Como prácticamente toda su ideología, el concepto de Estado de Bienestar que tanto presume el presidente Andrés Manuel López Obrador, tampoco es una idea original porque desde 1850 en Europa los países ya comenzaban a introducir medidas de protección laborales y en América, desde 1945, Juan Domingo Perón, instauró este concepto en Argentina.
El Estado de Bienestar es aquél en el que los gobiernos diseñan y ponen en práctica medidas que beneficien a los sectores más vulnerables, promueven beneficios laborales, derecho a los sistemas de salud y apoyos para los sectores vulnerables.
Sin embargo, esta ampliación de derechos sociales, también han servido a los líderes como Perón y ahora López Obrador para construir un “culto al líder”.
En México, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha intentado instaurar un Estado de bienestar, pero los logros han sido raquíticos, comparados con el beneficio que ha traído para él y los suyos colocarse como líder totalitario.
Juan Domingo Perón instauró en Argentina las vacaciones pagadas y el aguinaldo; además hubo un crecimiento en los salarios. También brindó salud y educación a los sectores más desprotegidos de la población.
En México, Andrés Manuel López Obrador promovió un incremento en el salario mínimo y una ampliación en las vacaciones, además de otorgar una pensión universal a los adultos mayores; situación que pondrá en crisis al Estado ante el incremento demográfico de este sector de la población.
Al inicio de su sexenio, el primer mandatario instauró el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) eliminando el Seguro Popular que permitía a personas de escasos recursos acceder a tratamientos para enfermedades catastróficas como el cáncer.
Después del rotundo fracaso del Insabi, hasta ahora, no se ha podido instrumentar un sistema de salud que garantice a todos los mexicanos lo más básico: atención y medicamentos; por el contrario, lo llevó a tener ocurrencias como la creación de la denominada Farmacia del Bienestar, además de surtir poco, deja caducar las medicinas que tiene.
De la misma forma que el peronismo, el gobierno de López Obrador tampoco permite opiniones contrarias o críticas a sus políticas, también ha perseguido a opositores de otros partidos y a pesar de que presume que existe el derecho a la libertad de expresión, en la realidad siempre arremete contra la prensa que no piensa como él.
En Argentina, Perón promovió el adoctrinamiento de niños en las escuelas o el reparto de empleo público entre sus partidarios. En México, la denominada Nueva Escuela Mexicana también enfatiza los “principios” de la Cuarta Transformación y defiende a los suyos a pesar de las pruebas de enriquecimiento a costa del erario.
En Argentina existe el Día de la Lealtad Peronista; en México, Claudia Sheinbaum, futura presidenta propuso que el 1 de julio sea llamado el Día de la Revolución de las Conciencias en honor al triunfo de López Obrador en 2018.
Y en Pregunta Sin Ofensa:
¿Fue real la agresión que sufrió el candidato a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump?
@aguilarkarina