A casi mes y medio de la elección del 2 de junio, la relación de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) con el presidente Andrés Manuel López Obrador es “tersa y amable”, así lo dio a conocer monseñor Rogelio Cabrera, presidente de la CEM, tras desayunar con el titular del Ejecutivo en Palacio Nacional.
A su salida por la calle de Corregidora, el prelado declaró que “era necesario hablar un rato con él (el Presidente)” tras el proceso electoral.
Sin dar detalles del encuentro, al ser cuestionado sobre la perspectiva del Episcopado con respecto al país tras la votación (que dio la mayoría de los cargos de elección popular a Morena), el religioso comentó que ve tranquila la situación y dijo que espera que continúe el diálogo entre las fuerzas políticas.
Por otra parte, cuestionado sobre qué espera de la futura Presidenta, Claudia Sheibaum, monseñor refirió que solo desea “que México siga adelante y progrese”.
La visita del arzobispo de Monterrey, Nuevo León, se da luego de años de críticas cruzadas entre el mandatario saliente y la curia, que comenzaron en 2021 cuando el cardenal emérito de Guadalajara, Juan Sandoval Íñiguez, pidió votar en un vídeo en contra de los “que están en el poder, (porque) se viene la dictadura o se pierde la libertad, porque se trata de un sistema comunista, socialista que esclaviza”.
Al año siguiente, dos sacerdotes jesuitas fueron asesinados en la comunidad de Cerocahui, Chihuahua, lo que generó que la jerarquía católica criticara a López Obrador y su estrategia de seguridad; el Presidente reviró con críticas a la forma de actuar de los altos jerarcas, y subrayó que el papa Francisco no solo era un ejemplo moral para él, sino también un ejemplo para la Iglesia católica.
Mientras que, previo a la elección en la que resultó ganadora Claudia Sheinbaum, religiosos fomentaron el voto a favor -sin mencionarla- de Xóchitl Gálvez, la candidata opositora, donde Sandoval Íñiguez, expresó:
“Si ganan los que están en el poder, se viene el comunismo, tenganlo claro…”.