Shannen Doherty, actriz estadounidense reconocida por su participación en series como “Beverly Hills 90210”, “Hechiceras” y “La familia Ingalls”, falleció el pasado 13 de julio después de una batalla de casi 10 años contra el cáncer de mama.
La intérprete, cuya carrera en la actuación comenzó a una corta edad, fue diagnosticada con este tipo de cáncer en 2015. Gracias a tratamientos de quimioterapia y radioterapia, lograron controlar la enfermedad.
Sin embargo, la enfermedad reapareció con mayor agresividad, pero esta vez se propagó a su cerebro y huesos en 2020.
Meses antes de fallecer, Doherty habló sobre su última voluntad en su podcast “Let’s Be Clear”. “Quiero que mis restos se mezclen con los de mi perro y con los de mi padre (John Thomas Doherty). No quiero que me entierren sin que antes me incineren”, reveló la actriz.
Además, señaló que sus restos fueran esparcidos en Malibú, California, debido a que el lugar cuenta con un significado especial para ella y su familia.
Dentro de las declaraciones, Shannen también manifestó querer un funeral privado, y así evitar la asistencia de personas por presión social. “Hay mucha gente que creo que se presentaría y que no quiero allí. No quiero que estén porque sus razones para asistir no son necesariamente las mejores”, mencionó.
“Ellos asistirían porque es lo políticamente correcto, y no quieren quedar mal, así que quiero quitarles esa presión”. “Quiero que mi funeral sea como una fiesta de amor“, añadió la actriz.