A pesar de la soledad, el desarraigo y un clima mucho más cálido y húmedo de lo habitual, Guo Ting dejó su trabajo estable para cumplir su sueño: convertirse en actriz en el “Hollywood chino”.
Esta mujer de 27 años forma parte de un nuevo fenómeno entre la juventud china que, en muchos casos, prefiere abandonar trabajos seguros e incluso bien pagados y emprender una carrera alternativa más arriesgada financieramente, pero más gratificante en otros sentidos.
Afincada anteriormente en Pekín, en el norte del país, Guo ha empezado su nueva vida este año en la subtropical Hengdian, en el este, sede de los grandes estudios de cine y agencias de casting.
Desde su infancia soñaba con ser actriz, pero dejó esa ambición de lado por la presión de los adultos a su alrededor. Pero después de varios años trabajando en una oficina, Guo cree que “la felicidad es lo más importante”.
Medios de China y publicaciones en línea se han fijado en que muchos jóvenes dejan de lado sus carreras profesionales para seguir caminos menos convencionales, como una “vida nómada” en una furgoneta o convertirse en “influencer” o en artista.
Aunque son una pequeña minoría, la creciente discusión alrededor de estos perfiles refleja cambios más amplios en la segunda economía mundial después de décadas de vertiginoso crecimiento.
Algunas personas, especialmente de entornos prósperos, “intentan redefinir qué es el éxito”, explica Miao Jia, una experta en sociología de la Universidad New York de Shanghái.
“Después de recibir mejor educación y disfrutar de los beneficios traídos por el rápido crecimiento económico, empiezan a pensar sobre qué cosas te hacen feliz”. Son tiempos de cambio para la juventud china y su percepción del trabajo.
En los últimos años, conceptos derrotistas como “quedarse tumbado” o “dejar que se pudra” han ganado popularidad entre quienes se enfrentan a la intensa competencia laboral.
Al mismo tiempo, otros buscadores de empleo ansiosos ante la ralentización económica y la volatilidad del sector privado han optado por la seguridad de trabajos en la administración pública o las empresas estatales. Y muchos otros ni siquiera encuentran trabajo.