Durante la apertura del Parlamento, el gobierno laborista del Reino Unido, bajo el mando del primer ministro Keir Starmer, dio a conocer una ambiciosa agenda legislativa destinada a abordar los desafíos económicos y las necesidades de infraestructura del país. Elaborado por el nuevo gobierno y pronunciado por el rey Carlos III, el discurso esbozó 40 proyectos de ley para una renovación nacional tras la aplastante victoria laborista el 4 de julio.

En el centro de la agenda está la vivienda accesible. El gobierno presentó un proyecto de ley de planificación diseñado para aumentar el número de viviendas construidas anualmente. Además, anunció el establecimiento de un Fondo Nacional de Riqueza para estimular la inversión en todo el país, y no solo en los polos tradicionales.

En materia energética, una de las medidas más destacadas es la creación de Great British Energy (GBE), una empresa pública de energía limpia con sede en Escocia, para acelerar la inversión en energías renovables.

La agenda del gobierno se extiende al transporte, con planes para regresar a propiedad pública las redes ferroviarias privatizadas. El proyecto de reforma ferroviaria establecerá la empresa pública Great British Railways (GBR). También se propone mejorar los servicios y la conectividad de la red de autobuses en todo el territorio.

El compromiso de los laboristas con las cuestiones medioambientales se ve subrayado por el Proyecto de Medidas Especiales del Agua, cuyo objetivo es responsabilizar a las empresas de agua por la contaminación y mejorar la supervisión regulatoria.

En el ámbito de la seguridad pública, el gobierno anunció la creación de un Comando de Seguridad Fronteriza con poderes antiterroristas mejorados para enfrentar a las bandas de tráfico de personas. Esto se produce tras el abandono del controvertido plan para enviar solicitantes de asilo a Ruanda.

La reforma de la Cámara de los Lores también está en la agenda, con planes para eliminar la herencia del cargo, aunque no se mencionó la introducción de una edad de jubilación para los miembros, como había mencionado el partido en campaña. Además, el gobierno reafirmó su compromiso de reducir la edad para votar a 16 años antes de las próximas elecciones, aunque esta propuesta no se incluyó en los planes legislativos inmediatos.

En materia exterior, se buscará profundizar la relación del Reino Unido con sus socios europeos después del Brexit, garantizar un fuerte apoyo a Ucrania y un camino claro hacia la membresía de Kiev en la OTAN.