Los diputados franceses reeligieron a Yael Braun-Pivet, la candidata del presidente Emmanuel Macron, para presidir la Asamblea Nacional, la cámara baja, fragmentada en tres grandes bloques tras las elecciones legislativas anticipadas en las que ningún partido consiguió la mayoría absoluta.
La votación, que se desarrolló en tres vueltas, se extendió casi seis horas y es una señal negativa para la coalición de izquierda Nuevo Frente Popular (NFP), que pese a tener el mayor número de escaños, no ha logrado acordar un candidato de consenso que sea candidato a primer ministro.
El proceso de elección de la presidenta de la Asamblea estuvo precedido por intensas negociaciones entre los partidos, en un ambiente crispado, cuando Francia se prepara para acoger los Juegos Olímpicos que comienzan el 26 de julio.
Braun-Pivet, presidenta saliente de la cámara baja del Parlamento, fue reelegida con 220 votos, frente al candidato comunista André Chassaigne de la alianza del Nuevo Frente Popular, que tuvo 207 votos y al de la ultraderecha Sébastien Chenu (141 votos).