El quinto “jueves de gabinete” de la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo, arrojó tres nuevos nombramientos, siendo el de Josefina Rodríguez Zamora, como la próxima titular en la Secretaría de Turismo (Sectur), el más interesante y el más importante de ellos, toda vez que la llamada industria sin chimeneas representa 8.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) nacional.
Se trata de una joven funcionaria (apenas cumplió 35 años en marzo pasado) que a lo largo de su corta carrera ha logrado acumular varios logros significativos, principalmente en los estados de Puebla y Tlaxcala, por lo que se espera que siga con la misma inercia a partir de octubre próximo, como parte del equipo de colaboradores del Gobierno federal.
De entrada, Rodríguez Zamora deberá hacer un rápido diagnóstico de lo que ocurrió durante el sexenio que está por terminar, en razón de que durante la gestión de Miguel Torruco Marqués al frente de la Sectur, hubo más desaciertos que éxitos. Se falló en distintos frentes y eso provocó que México perdiera competitividad en materia turística con relación a las potencias.
De acuerdo a ONU Turismo (que antes era la Organización Mundial de Turismo) nuestro país descendió cinco posiciones el año pasado en el ranking de captación de divisas turísticas recibiendo apenas 30 mil 810 millones de dólares. O sea, en apenas un año, de 2022 a 2023, nos desplomamos del puesto número diez al 15 y eso se debió a que desde la cuatroté se dejó de priorizar esta actividad; además, tras la pandemia de Covid varias naciones como Estados Unidos, Francia, Arabia Saudita, Australia y China retomaron sus dinámicas y a la par implementaron diversas estrategias para impulsar sus destinos, cosa que aquí no hicimos.
Cierto, todavía estamos en el Top-10 de países que reciben mayor cantidad de turistas extranjeros. El año pasado viajaron a México un total de 42.2 millones de visitantes foráneos, cifra que nos convirtió en la sexta nación más visitada del planeta. Sin embargo, este número se quedó corto en 6 por ciento, con relación a la cantidad de turistas recibidos en 2019, el último año previo a la pandemia.
Sin embargo, el Covid no ha sido el único factor que ha operado para que nuestros números turísticos hayan descendido: la violencia, la inseguridad, las alertas de algunas naciones para que sus ciudadanos eviten visitarnos, la militarización de las playas y la imposición de visas, entre otros, se han encargado de inhibir el flujo turístico hacia México.
Por lo tanto, urge una bocanada de aire fresco para la actividad turística en nuestro país y esa deberá ser la prioridad en el arranque de la gestión de Josefina Rodríguez.
Hay que recuperar el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) y también relanzar el Tianguis Turístico. El turismo en México le da de comer a más de 5 millones de familias y es por eso que debemos revertir los malos resultados que en los últimos años han sido una constante.
En años recientes, los productos turísticos mexicanos se han encarecido en 15 por ciento, a la par de que en Brasil, Colombia, Reino Unido y República Dominicana éstos se han abaratado. Urgen muchas certezas (pero también inventiva) en este sector y me parece que con Josefina esto se puede lograr.