Cumpliendo con el guión esperado, el Banco Central Europeo (BCE) mantuvo ayer sin cambios sus tipos de interés para la zona euro, y espera más cifras tranquilizadoras sobre la inflación antes de acometer el siguiente recorte, tal vez en septiembre.
La tasa de depósito, de referencia, se mantiene en 3.75%, tras el recorte efectuado en la anterior reunión en junio.
“Pese a que vamos camino de la desinflación, las presiones sobre los precios internos siguen siendo elevadas”, subrayó Christine Lagarde, presidenta de la institución.
La tasa de las operaciones de financiación y la de facilidad marginal de crédito continúan respectivamente en 4.25% y 4.50%. El consejo de gobernadores, presidido por Lagarde, “mantendrá los tipos de interés oficiales en niveles suficientemente restrictivos durante el tiempo que sea necesario” para lograr el objetivo de que “la inflación vuelva a situarse pronto en su objetivo del 2% a medio plazo”, según un comunicado emitido este jueves.
En junio, la inflación en la zona euro, compuesta por 20 países de la UE, fue del 2.5% interanual, una décima menos que en mayo.
La denominada inflación subyacente, que elimina de la ecuación los alimentos y la energía, se mantuvo no obstante en el mismo nivel de mayo, en 2.9%. Los precios de los servicios, en los que el componente de salarios es fuerte, repuntaron un 4.1% interanual en junio y representan la mayor contribución a la inflación.
Los gobernadores no dieron indicaciones sobre las futuras decisiones de política monetaria, que dependerán de la evolución de la inflación principalmente y remiten un eventual nuevo recorte a septiembre.
“La cuestión de qué haremos en septiembre está abierta”, aseguró Christine Lagarde.
“No nos comprometemos de antemano con una trayectoria particular”, insistió.
En junio, el BCE recortó los tipos de interés en 0.25 puntos porcentuales, la primera baja desde 2019.
El BCE, con sede en la ciudad alemana de Fráncfort, había iniciado a mediados de 2022 un ciclo de alzas sin precedentes para contener el aumento descontrolado de los precios, en particular de la energía y los alimentos.