Aún cuando el optimismo por el efecto económico que puede traer la relocalización ha aumentado suponiendo beneficios importantes, la actividad económica muestra signos de debilidad
Foto: Especial | Aún cuando el optimismo por el efecto económico que puede traer la relocalización ha aumentado suponiendo beneficios importantes, la actividad económica muestra signos de debilidad  

Aún cuando el optimismo por el efecto económico que puede traer la relocalización ha aumentado suponiendo beneficios importantes, la actividad económica muestra signos de debilidad y expectativas muy poco optimistas, subrayó el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).

En su panorama económico semanal, los analistas del sector privado, apuntaron que no hay beneficios por el momento del nearshoring, “como un mayor crecimiento de la economía, más inversión, mejores empleo”.

Señaló que no cabe duda de los beneficios que puede generar la relocalización, pero hay que tener en consideración que su éxito requiere de una economía que funcione eficientemente, “para lo cual se requiere de diversos factores que fortalezcan el atractivo de invertir en el país y no solo por su condición geográfica”.

Detalló que una infraestructura moderna que reduzca los costos de transporte a lo largo del país y que permita a las cadenas de oferta integrar el valor agregado de proveedores de diversas regiones a costos competitivos mediante una logística moderna y competitiva es fundamental en el proceso de crecimiento.

“Un tema que quizá sea uno de los más importantes para impulsar la relocalización es un estado de derecho que asegure la certidumbre de los procesos judiciales, el cumplimiento pleno de la ley y que facilite el abatimiento de la inseguridad pública, los robos y la extorsión”.