El salón aeronáutico de Farnborough, en el Reino Unido, acoge a partir de hoy a un sector con luces y sombras: los pedidos de aviones y los presupuestos de defensa se han disparado, pero en el día a día la producción enfrenta persistentes dificultades.
Unos 75 mil profesionales y más de mil 200 expositores están citados durante cinco días en este aeropuerto del suroeste de Londres, que en general se utiliza para vuelos de negocios.
El salón bienal es una de las más importantes del mundo.
Esta gran feria del sector se celebra en un momento boyante para el tráfico aéreo mundial, que debe superar este año su actividad de antes de la pandemia y duplicar en 20 años el número de pasajeros hasta los 8 mil 600 millones, según las previsiones de la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA).
Una perspectiva alentadora para los fabricantes, como Airbus, que prevé que en las próximas dos décadas el mundo necesitará más de 42 mil nuevos aviones.
A raíz de la invasión rusa de Ucrania y del creciente poder militar de China, también se acelera el gasto en defensa, que en 2023 alcanzó el récord de 2.3 billones de dólares a nivel mundial, según las estimaciones del Instituto Internacional de Investigación sobre la Paz de Estocolmo.
“Este año, las ramas militar y espacial van a ser las estrellas del salón habida cuenta del entorno geopolítico”, pronostica Jérôme Bouchard, experto aeronáutico en la consultoría Oliver Wyman.
En cambio, no hay que esperar “grandes novedades” respecto a la aviación comercial. “Vamos a seguir con las tendencias observadas… el año pasado de los aviones descarbonizados y los EVTOL”, vehículo voladores eléctricos de despegue y aterrizaje vertical.
El tradicional duelo de pedidos entre los dos gigantes del sector, Airbus y Boeing, será en esta ocasión discreto.
“Antes, los salones eran la ocasión de sacar músculo a nivel comercial asegurando buenos pedidos”, explica Bouchard. “Puede que los haya, pero no se espera ya a los salones para hacer grandes anuncios comerciales”, avanza.
Airbus anunció a principios de julio un pedido de la aerolínea filipina Cebu Pacific de 152 aparatos.
Y Boeing informó esta semana de un contrato de 35 aeronaves 737 MAX para el arrendador Aviation Capital.
Fuentes en ambos fabricantes explican que la feria es la ocasión ideal para entablar discusiones comerciales, pero que el anuncio de un eventual acuerdo depende mucho de la voluntad del comprador.
En el último año, la cartera de pedidos para Airbus y Boeing ha aumentado un 18% hasta rozar los 15 mil aparatos, pero las entregas solo han aumentado 11% en este intervalo.
“El pedido claramente no es el problema principal de la industria”, subraya Pascal Fabre.