A más de dos años de su retiro de Paseo de la Reforma, en la Ciudad de México, el tronco de la icónica palma, que residió un siglo en la glorieta, permanece en el Vivero Nezahualcóyotl sin haber sido intervenida, para convertirse en una escultura, como se anunció originalmente.
El Gobierno de la Ciudad de México tenía previsto que tres artistas plásticos esculpieran, a partir del tronco de la palmera, una trenza monumental de 17metros de largo y que los trabajos culminarían en cinco meses; sin embargo, en una solicitud de información realizada por 24 HORAS, la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) local, indicó que el tronco no ha sido intervenido.
“Al momento únicamente se tiene programada la conservación del tronco… puede estar años en buen estado de conservación cuando no se presente en el sitio condiciones de humedad relativa o temperaturas altas que propicien el desarrollo de patógenos”, puntualizó la dependencia.
Para Felipe Gaytán, académico de la Universidad La Salle, el Gobierno capitalino tiene una deuda con la ciudadanía, la cual es recuperar el tronco de la palmera y reivindicar a través de éste, la memoria urbana, por lo que llamó a la autoridad a explicar por qué no se esculpió la trenza monumental.
“Debería cumplirse el compromiso de generar la trenza monumental, o si no quiere la autoridad, al menos debería preservar el tronco en un lugar digno”, dijo en entrevista con este diario.
Asimismo, Gaytán resaltó que la Palma de Reforma es parte importante de la memoria y un símbolo, no solo de la Ciudad de México, sino del país, ya que la gente reconocía al árbol como un ícono.
Claudio Ríos, uno de los artistas plásticos, comentó que los trabajos quedaron pausados debido a la indiferencia de la gestión del jefe de Gobierno, Martí Batres, aunado a la poca insistencia de sus compañeros.
Pidió a Brugada no olvidar el proyecto, así como contemplar y asignar un presupuesto para realizar la obra anunciada.