Estados del oeste de Estados Unidos, entre ellos California y Utah, luchan contra los incendios forestales, mientras que millones de estadounidenses permanecen bajo alertas de temperaturas extremas.
Las autoridades locales informaron que emitieron órdenes de evacuación al este de Los Angeles, en el condado de Riverside, debido a los incendios que destruyeron edificios y quemaron más de 800 hectáreas de terreno.
En todo el estado de California, la agencia gubernamental, Cal Fire reportó que los bomberos intentaban controlar 21 incendios de diferentes intensidades.
Sin embargo, señalaron que la tarea de combatir los incendios, tuvo complicaciones debido a una ola de calor que también afectó a Arizona, Nevada, Oregón y Washington, con más de 30 millones de personas bajo alertas de calor.
A inicios de este mes, el gobernador de California, Gavin Newsom, pronosticó una temporada de incendios forestales “muy activa” después de dos años con lluvias invernales.
Uno de los factores que agravó la temporada, fueron las repetidas olas de calor desde principios de junio, que secaron gran parte de la vegetación del estado, que facilitó la propagación de las llamas.
En Utah, un incendio cerca de Salt Lake City, provocó la evacuación de aproximadamente 40 viviendas en las colinas al norte de la ciudad, lo que genérelo preocupación entre los residentes.
Mientras que Oregon tuvo un inicio “muy agresivo” de esta misma temporada, mencionó la gobernadora Tina Kotek. Actualmente hay unos 20 incendios activos en el estado, siendo el Cow Valley Fire el más significativo, con más de 40 mil 500 hectáreas en llamas, el cual ahora está contenido en un 80 por ciento.
Los científicos advierten que estos fenómenos meteorológicos, como incendios y olas de calor, aumentan debido al calentamiento global por el uso de combustibles fósiles.