Sólo cuatro meses duró en el cargo el general Gabriel Zamudio López, que ayer renunció a la Secretaría de Seguridad Pública de Guerrero.

 

Su antecesor, Rolando Solano, sólo había durado dos meses en dicho puesto.

 

Guerrero es ingobernable.

 

Nadie puede parar a los grupos que se han apropiado de la entidad, ya sea por omisión o complicidad abierta con autoridades locales y municipales.

 

Ni los 10,000 efectivos de la Guardia Nacional que llegaron a Acapulco después del huracán Otis han podido frenar la sangría que vive la entidad, particularmente el puerto.

 

Del Gobierno estatal ni hablar; la “gobernadora’’ Evelyn Salgado tiene una presencia testimonial.

 

No resuelve, no coordina, no aparece.

 

Lo de Zamudio no deja de ser una tragedia para el país y para los guerrerenses.

 

Sí él, siendo general del Ejército Mexicano, experto en seguridad, renunció al cargo porque simple y llanamente no hay quien pueda con la delincuencia organizada y sus nexos con autoridades municipales y estatales, ¿cuántos otros secretarios de seguridad en el país estarán por tirar el arpa también?

 

Ya se vio que ni con mandos de la Marina, el Ejército o la Guardia Nacional, se puede contener la violencia que asfixia al estado.

 

¿Qué hará la presidenta electa Claudia Sheinbaum cuando tenga la banda presidencial cruzándole el pecho? ¿Continuará con los abrazos o cambiará una política que no arroja resultados y tiene a amplios territorios del país en manos del crimen organizado?

¿Qué hará también el secretario de Seguridad designado, Omar García Harfuch?

 

¿Quién podrá defendernos?

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Por cierto, hablando de la presidenta electa, ayer sostuvo una reunión con el doctor David Kershenobich para, según el comunicado oficial, analizar el programa de asistencia médica domiciliaria para adultos mayores.

 

Quizá debería preguntarle a Miguel Mancera, quien durante su sexenio como jefe de Gobierno de la CDMX creó el programa “Médico en tu casa’’, que había tenido bastante éxito y que se replicaba en algunos países de Centroamérica.

 

El problema fue que, cuando llegó Sheinbaum a la jefatura de gobierno, lo desapareció, como hizo López Obrador con el Seguro Popular.

 

Ahora se pretende que dicho programa sea de carácter nacional, pero Mancera les puede platicar de su experiencia en la capital y cómo es que le funcionó.

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En televisión abierta, la Fiscalía Especializada en materia de Delitos Electorales (Fepade) de la capital, transmite un spot en el que invita a la ciudadanía a “denunciar’’ la coacción para votar a favor de un partido o individuo, si te dan despensas o si te amenazan con despidos.

 

Además de desfasado, el spot presenta a una botarga, un “nuevo agente’’ contra los delitos electorales, que no tiene más pinta de mapache que de zorro.

 

Pero lo que está peor, es el nombre del “agente’’, 𝗞’𝘂𝗹𝘂’, que quién sabe de dónde lo sacaron y qué signifique, pero que se ha prestado para la guasa y el albur.

 

Habiendo infinidad de personajes y nombres, a los creativos de la Fepade solo les dio para eso.

 

Es lo que hay.

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¡Vaya espectáculo en Oaxaca!

 

Y no precisamente por la Guelaguetza, sino por lo que hizo el gobernador Salomón Jara, durante el llamado “lunes del cerro’’, para evitar que las protestas de la actriz Ángeles Cruz se viralizaran.

 

La actriz denunció que un grupo armado incendió casas y un cerro en una comunidad de Lázaro Cárdenas, sin que ninguna autoridad, incluido el gobernador, hayan atendido las peticiones de seguridad de los pobladores.

 

Pero qué tal para el baile.

 

      @adriantrejo