Llega a la Ciudad de México, la reliquia de San Judas Tadeo
Foto: Cuartoscuro | Llega a la Ciudad de México, la reliquia de San Judas Tadeo.  

Te contamos el origen de la reliquia de San Judas Tadeo que estará en varias diócesis de México.

Este lunes 29 de julio llegó a México la reliquia de uno de los 12 apóstoles de Jesús, Judas Tadeo, por lo que varias personas se dieron cita para admirarla.

Lo anterior es posible toda vez que la Embajada de México en el Vaticano solicitó que la reliquia de San Judas Tadeo visitara varias diócesis de la República Mexicana.

De esta manera y por primera vez es que una de las piezas más sagradas e importantes del Vaticano, visita por primera vez nuestro país y estará hasta el 28 de agosto de este 2024.

San Judas Tadeo es conocido por ser el santo de “la causas difíciles y desesperada” y en México cuenta con millones de fieles y de cariño se acostumbra a llamarlo como “san juditas”.

En esta ocasión te contamos el origen de esta pieza, pero te decimos qué es la reliquia de San Judas Tadeo.

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¿Qué es la reliquia de San Judas Tadeo?

Se le considera una reliquia a aquellos restos de algo con gran valor, en este caso, la reliquia de San Judas Tadeo es el hueso de uno de sus brazos, la cual es considerada de primer grado.

Las reliquias de los santos se dividen en tres categorías, aquí cada una de ellas:

  • Primer grado: un fragmento del cuerpo del santo.
  • Segundo grado: un fragmento de su ropa o algún objeto que el perteneciera (rosario, Biblia, cruz, etcétera).
  • Tercer grado: culturizar objeto que ha sido tocado a una reliquia de primer grado o a la tumba de un santo.

Origen de la reliquia de San Judas

De acuerdo con La Reliquia San Judas Tadeo en México, en 1830 durante la renovación del “Altar de San José” en la Basílica de San Pedro se encontró la autentica (documento que daba fe a su autenticidad) de la reliquia del brazo de San Judas.

Monseñor Sirolli se encargó de hallarla y colocó el hueso en un relicario de madera en forma de brazo bendiciente. Desde entonces la pieza es venerada en la Basílica de San Salvatore en Lauro.

La reliquia obtuvo su certificación toda vez que el Cardenal Carlo Odescalchi aseguró su autenticidad. El relicario fue abierto por última vez por el Cardenal Francesco Marchetti Selvaggiani (1931-1951).

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De esta forma la reliquia quedó autenticada por el Vicariato de Roma y la Congregación para las Causas de los Santos del Vaticano.

LEO