Un testigo narra cómo estuvo el desvanecimiento del presidente Andrés Manuel López Obrador en la base aérea militar de Mérida
 

Léalo en voz baja.

 

Los futuros miembros del gabinete de Claudia Sheinbaum trabajan de manera extraoficial pero profunda para allegarse suficientes informes sobre sus áreas.

 

Y esto incluye, claro, los temas relevantes de los últimos días, de manera destacada la captura por Estados Unidos de Ismael El Mayo Zambada y Joaquín Guzmán López.

 

La caída de ambos capos, el histórico líder del Cártel de Sinaloa y el hijo del también legendario Joaquín El Chapo Guzmán Loera son motivo de especulaciones sin fin allá y aquí.

 

Hay pocos datos ciertos:

 

A estas alturas el Gobierno mexicano no sabe cómo se operó la captura de quien durante casi medio siglo operó a sus anchas mientras él se ocultaba en la sierra y poblados de Sinaloa.

 

Pero si esa historia de El Mayo Zambada es alucinante, más lo es la forma en la cual habría llegado a la frontera estadounidense para ser tomado por el Federal Bureau of Investigation, FBI por sus siglas en inglés.

 

LOS DOS GARCÍA

 

Las autoridades nacionales están inmersas en ese misterio.

 

Lo trascendente serán los capítulos finales.

 

A nivel interno, cómo se reproducirán las células del Cártel de Sinaloa, la violencia y la confrontación con otras organizaciones criminales, con sus consecuentes repercusiones en el país.

 

Atrás viene también otro efecto: Ismael El Mayo Zambada es dueño de la mayor radiografía del narcotráfico en México, el reparto de territorio, ruta de distribución y detalles de las relaciones entre el crimen organizado con el poder público.

 

Y eso incluye no nada más al sexenio actual, el de Andrés Manuel López Obrador, sino también el de sus antecesores Enrique Peña, Felipe Calderón -no olvidemos a Genaro García Luna-, Vicente Fox y administraciones previas.

 

Esta es tarea, claro, de los cuerpos de seguridad, desde la secretaria Rosa Icela Rodríguez hasta los titulares de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, y de la Marina, José Rafael Ojeda Durán.

 

Pero también del designado secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, quien deberá sortear las consecuencias de la lección del gobierno de Joe Biden al mexicano.

 

Para eso se prepara.

 

UN OJO AL ISSSTE

 

1.- Esta semana debe haber luces sobre los directores futuros de distintos organismos.

 

Hay un caso intrigante y está en el ISSSTE: ¿por qué no se ha podido desmontar la estructura de corrupción de ese instituto?

 

En el designado se verá si hay intención de Claudia Sheinbaum de atacar ese nido manejado desde adquisiciones y control de bienes y servicios.

 

Va una pista: es mujer.

 

Y 2.- Del interés de los mexicanos sobre los Juegos Olímpicos dan cuenta las cifras difundidas por la firma Nielsen IBOPE.

 

La inauguración, espectacular por sus despliegues de tecnologías y escenografías sobre el río Sena y la Torre Eiffel, fue vista por 47.7 millones de aficionados.

 

Las audiencias se repartieron mayoritariamente entre TelevisaTUDN y los canales abiertos cinco y Nu9ve con 43 por ciento-, TV Azteca con una cifra parecida y Claro Sports e Imagen TV con 7 puntos cada uno.

 

También cosas de la tecnología: 89 por ciento de los mexicanos se informan más en redes sociales y 86 por ciento a través de las televisoras y sus plataformas de streaming.

 

       @urenajose1

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