El Gobierno de Guatemala ha entregado 207 visas humanitarias al mismo número de chiapanecos refugiados desde la semana pasada en Cuilco, estado de Huehueltenango, principalmente niñas, niños y adolescentes, que buscaron refugio en el país por temor a grupos del crimen organizado.
Danilo Rivera, director de Migración, informó en conferencia de prensa que los permisos tendrán una vigencia de 30 días y, posteriormente, podrán solicitar otro estatus como refugio o asilo, publicó la prensa guatemalteca.
Serían al menos 44 familias las beneficiadas con esta medida, explicó.
Los chiapanecos llegaron a Cuilco a partir del lunes de la semana pasada, huyendo de la violencia que vive Chiapas desde hace tres años por la lucha que mantienen los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, por el control de tierras, migrantes, drogas y armas.
LLEGARON COMO PUDIERON
Gracias a algunos testimonios de desplazados de las comunidades de Amatenango la Frontera, como barrio México Nuevo, Caracol, San José y Vado Real, se conoció que los habitantes llegaron a Cuilco en caballos, carros o caminando.
Se escondieron entre el monte, mientras los cárteles de la droga se enfrentaban. “Nosotros caminamos por la noche y dormimos entre la montaña, ya tenía miedo de que me fuera a matar”.
Las familias que viven en la carretera escuchaban los disparos, una bala cayó en su techo de lámina y sus hijos se tiraron al piso, contaron.
Una habitante de Vado Real, contó que trabajaba en la milpa, cuando comenzó a escuchar las detonaciones de arma de fuego; las ráfagas de las ametralladoras estaban más cerca. Corrió a su casa para esconderse, pero su esposo se quedó en el terreno. “Se escuchaban tronidos, motores de carro, miraba el techo de lámina, trono la pared, fue una bala”.
Por un momento, señaló, quedó en calma y salió de su casa; se topó con otra vecina y comenzaron a caminar para Ampliación Nueva Reforma, Guatemala. “Caminamos dos horas, venía gente de otra comunidad caminando, salió mi hijo, mi nuera y mis nietos “.
Entre las nubes se escuchan drones del crimen organizado que volaban, recuerda asustada.
En Cuilco, Guatemala, ya todo está en calma en el albergue habilitado en la primaria de Ampliación Nueva Reforma Guatemala, donde los desplazados chiapanecos permanecen.
El primer día llegaron sin comer y cansados, pero la población guatemalteca se organizó para recibirlos. “Venían enfermos y con niños recién operados”, cuentan.
Los desplazados, están tramitando un permiso de 30 días en Guatemala, la mayoría no quiere regresar porque tiene miedo de que los maten.