Acusado de liderar una organización criminal, tráfico de drogas y lavado de dinero, entre otros cargos, Joaquín El Güero Guzmán López, hijo de Joaquín El Chapo Guzmán, se declaró “no culpable” ante una Corte de Illinois, Estados Unidos, tras ser detenido el jueves en El Paso, Texas, junto con Ismael El Mayo Zambada.
Esto pese a las versiones que se han difundido de que el hijo del Chapo habría llegado a un acuerdo con las autoridades estadounidenses para entregarse. La semana pasada, El Mayo también se declaró inocente.
Ambos detenidos son líderes del Cártel de Sinaloa, y fueron capturados tras llegar en un avión privado a Texas desde México, donde ya eran esperados por agentes federales estadounidenses.
Aunque en primera instancia el Gobierno de México señaló que el avión en el que viajaron habría partido del Aeropuerto de Hermosillo, Sonora, ayer el gobernador del estado, el morenista Alfonso Durazo, descartó esta versión.
El Güero, uno de los principales integrantes de la facción de Los Chapitos del Cártel de Sinaloa compareció ante la Corte en la ciudad de Chicago, donde también está fincado el proceso contra su hermano Ovidio, alias El Ratón.
Los Chapitos asumieron el liderazgo de su facción tras la extradición de su padre a Estados Unidos, en 2017.
Joaquín es representado por Jeffrey Lichtman, el mismo abogado que su hermano Ovidio, y presentó su declaración inicial ante la jueza de Distrito Sharon Johnson Coleman; tras la comparecencia, la juzgadora ordenó que El Güero permanezca en prisión hasta la siguiente audiencia.
Traiciones
La semana pasada, el abogado de El Mayo, Frank Pérez, aseguró que su cliente fue secuestrado por hombres armados liderados por Joaquín Guzmán López, quienes lo trasladaron a un avión en el que viajó con El Güero hacia Estados Unidos para ser detenidos por agentes federales.
Ante estas declaraciones, Jeffrey Lichtman declaró que “el señor Zambada es libre de emplear cualquier defensa que desee contra los cargos que enfrenta”.
A oscuras
Hasta ayer, el Gobierno de México desconocía todos los detalles de la captura de ambos capos del crimen organizado, mientras se reforzaba desde el fin de semana la seguridad en Sinaloa con fuerzas especiales del Ejército, debido a la posibilidad de una escalada de violencia ante el cambio de poderes en el cártel que lideraba El Mayo.
El viernes pasado, en un “informe público” sobre las detenciones de El Mayo y Joaquín Guzmán López, el Gobierno de México indicó que la Embajada de EU se comunicó a las 15:30 horas del jueves para informar sobre la detención de ambos capos.
“Ismael El Mayo mbada y Joaquín Guzmán López Zambada y Joaquín Guzmán López se encontraban bajo custodia de las autoridades en El Paso, Texas; en una segunda llamada, a las 15:45 la Embajada confirmó la información y reiteró que se tenía comprobada la identidad de las dos personas”, se explicó en la Mañanera.
Hasta ayer el Gobierno mexicano desconocía si efectivamente existió una traición por parte de Joaquín Guzmán López hacia El Mayo, un experimentado capo de 76 años de edad que nunca había sido detenido anteriormente.
La única información detallada que proporcionó el Gobierno de México el viernes pasado fue que ambos capos viajaron a bordo de una avioneta Cessna que salió del aeropuerto de Hermosillo, Sonora, hacia el de Santa Teresa, en El Paso, Texas; además de revelar el nombre del piloto.
Sin embargo, dicha información resultó ser errónea, siendo que ambos llegaron en un Beechcraft King Air del cual no se tuvo registro público por parte de empresas de seguimiento de vuelos como Flight Radar.
Apenas ayer, Alfonso Durazo, gobernador de Sonora, rebatió la versión dada por el Gobierno federal con respecto del punto de salida del avión que llevó a los cabecillas del Cártel de Sinaloa a EU.
“Se puede concluir que la aeronave no despegó de Hermosillo. De aquí despegó una aeronave (Cessna) y las características de la aeronave que informan las autoridades americanas que llevaban a los dos personajes (…) simple y sencillamente son distintas las características técnicas”, dijo.