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Durante la conferencia mañanera, Juan Pablo Botton, Subsecretario de Egresos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público mencionó que se reconfiguró el gasto público con el objetivo de direccionar más recursos hacía la inversión física y social.

Con base al principio “primero los pobres”, se ha destinado a programas sociales un presupuesto total de 2.9 billones de pesos los que se han otorgado de manera directa a la población.

De igual forma, señaló que a los proyectos de inversión prioritarios se destinaron 5 billones de pesos enfocados en el desarrolló regional, fortalecimiento de la infraestructura del país e impulsar la actividad económica.

Informó que se trabajó con base a un criterio de austeridad en el gasto, combate a la corrupción y la eliminación de gastos suntuarios o innecesarios, lo que permitió contar con una reducción en el gasto de operación por el recorte de viáticos, comunicación social y arrendamientos, que representó una reducción del 26 por ciento en términos reales, al pasar de 80 mil millones de pesos en gastos de operación en 2018, a 59 mil millones de pesos en 2024.

También hubo una reducción de sueldos y salarios de altos funcionarios, la eliminación de puestos con duplicidad de funciones y ajustes a la estructura de gobierno al mínimo indispensable para su funcionamiento, además de la recuperación de recursos de fideicomisos sin estructura.

Con ello se busca incrementar el presupuesto destinado a programas sociales y proyectos de inversión. Esto ayudó a la realización de las obras de infraestructura como el Tren Maya, Tren Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (líneas Z, FA y K), Tren México-Toluca (El Insurgente), Tren Lechería-AIFA, construcción de los aeropuertos de Tulum y Felipe Ángeles (AIFA), el reforzamiento de la terminal 2 del AICM y el nuevo Trolebús de Chalco.

Pero este no fue el único ya que también se realizaron proyectos hídricos en los acueductos de Guadalajara, Monterrey, Xpujil, Manzanillo y a las comunidades Yaquis.

Se construyeron más de 100 mil hectáreas de riego en Sonora, Sinaloa y Nayarit, así como el aseguramiento del suministro de agua potable de calidad en la zona de la Laguna (Coahuila y Durango), y en las ciudades de Durango y Villahermosa mediante plantas potabilizadoras. Además, la inversión en proyectos como el parque de Texcoco, las presas Santa María (Sinaloa), Picachos (Sinaloa), El Zapotillo (Jalisco) y la Construcción de la Presa Libertad (Nuevo León).

Respecto de la construcción y modernización de carreteras y caminos, la carretera Oaxaca-Puerto Escondido, Guaymas-Chihuahua, Ozulama-Tampico, Barranca Larga Ventanilla, Guerrero Negro – Vizcaíno, Ciudad Valles – Tamazunchale. Los caminos artesanales de mano de obra en Oaxaca, Guerrero y la sierra de Sonora y Chihuahua, entre otros.

En el sector energético, la compra a Shell de la refinería de Deer Park en Houston, Texas y la compra de 13 plantas a Iberdrola. La nueva refinería de Dos Bocas, la modernización de las seis refinerías del Sistema Nacional de Refinación y la construcción de las coquizadoras de Tula y Salina Cruz que permitirán a Pemex dejar de producir combustóleo.

En el sector salud, la construcción de diversos hospitales como lo son el O´Horan en Mérida, Yucatán, en Tepic, Tlajomulco, Tampico, Acapulco, Los Cabos, Torreón, Palenque, Iztapalapa, Puebla, Texcoco, así como los de Tlapa, Guerrero y Tuxtepec, Oaxaca, que se financiaron con los ahorros obtenidos por la venta del avión presidencial.

Asimismo, inversiones para garantizar el derecho al internet de calidad a través de CFE Internet para Todos, el proyecto cultural integral del Bosque de Chapultepec, el programa de reconstrucción, el mejoramiento de zonas urbanas, la nueva zona naval en Boca de Chila, Nayarit, el viaducto de Tijuana, las instalaciones de la ANAM en Nuevo Laredo, la modernización de todas las aduanas de la frontera norte y de los puertos tales como Coatzacoalcos, Guaymas, Dos Bocas, Manzanillo, Chiapas, Salina Cruz, Lázaro Cárdenas, Veracruz, entre otros.

LDAV