Residentes de Maceió, una ciudad brasileña que sufrió la devastación de su infraestructura debido a terremotos inducidos por actividades mineras, celebraron un fallo trascendental emitido por un tribunal neerlandés. La corte de Róterdam dictó sentencia responsabilizando a Braskem, la mayor empresa petroquímica de Brasil, por los “graves daños causados en perjuicio de la ciudad”.
La sentencia marca un hito en la lucha por la justicia ambiental y establece un precedente significativo en la rendición de cuentas de las multinacionales por los daños ocasionados a comunidades vulnerables.
Maceió, capital del estado de Alagoas en el noreste de Brasil, estuvo marcada por una serie de terremotos en 2018 que forzaron a decenas de miles de residentes a abandonar sus hogares debido a la aparición de grietas en calles y edificios. Estos eventos sísmicos fueron atribuidos a la extracción de sal de roca realizada por la empresa minera.
En 2022, el tribunal de Róterdam aceptó un recurso presentado por nueve demandantes contra Braskem, abriendo la puerta para que miles de personas pudieran reclamar una indemnización por los daños sufridos.
Los jueces neerlandeses dictaron ayer que la empresa era responsable de los estragos ocasionados por sus operaciones mineras. La sentencia obliga a Braskem a indemnizar a los demandantes por los daños y perjuicios, cuyo monto deberá ser cuantificado posteriormente.
Por su parte, Braskem sostuvo que había ofrecido compensaciones económicas y apoyo psicológico a los afectados, sumando un total de 790 millones de dólares en indemnizaciones y ayuda a más de 18 mil personas. La empresa argumentó que el caso en Países Bajos era innecesario.
Sin embargo, los jueces neerlandeses señalaron que la justicia brasileña no ofrecía un reconocimiento adecuado de la responsabilidad, el cual sí podría obtenerse a través del tribunal neerlandés.