FotoLa Secretaría de Salud (Sedesa) capitalina llamó a priorizar la lactancia materna sobre el consumo de fórmulas para garantizar el crecimiento y desarrollo de infantes.
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El exhorto de la dependencia a madres y padres de familia a reducir la utilización de fórmulas infantiles tiene como fin fortalecer la salud de las y los lactantes; ya que estos sustitutos se encuentran elaborados a base de proteína de leche de vaca, contienen lactosa y azúcares añadidos que pueden representar desventajas frente a la leche materna.
La Sedesa destacó que la utilización de la fórmula infantil puede derivar también en una desvinculación entre el o la infante y su madre, por lo que la lactancia resulta determinante para el fortalecimiento del vínculo afectivo entre ambos.
Evitar la lactancia puede incidir en el desarrollo de diarrea o estreñimiento e incluso padecimientos crónicos como sobrepeso, obesidad, hipertensión, diabetes, síndrome metabólico o enfermedades autoinmunes, alergias, asma o dermatitis atópica, así como consecuencias dentales y maxilofaciales por el uso del biberón como maloclusión dental, caries, desarrollo inadecuado del macizo facial o elevación del paladar duro.
Entra las ventajas de la lactancia se encuentra garantizar el crecimiento y desarrollo físico e intelectual de las y los infantes; dar protección ante enfermedades y deficiencia de micronutrientes; además de estar siempre a disposición y a temperatura ideal, es higiénica y no se descompone.
La madre también se ve favorecida, pues disminuye la anemia, la mortalidad, el riesgo de padecer cáncer de seno y ovario, otorga protección contra la osteoporosis, disminuye el sangrado posparto, y ayuda a recuperar el tamaño y posición del útero.
Cabe señalar que la utilización de la fórmula no está del todo descartada, pues es recomendada cuando los lactantes padecen bajo peso y han nacido antes de las 32 semanas de gestación, así como para los que presentan un riesgo de hipoglucemia o bebés con padecimientos metabólicos que no les permiten procesar la leche como la galactosemia o fenilcetonuria.
La suspensión de la lactancia materna y utilización de la fórmula es recomendada cuando la madre presenta Virus de Inmunodeficiencia Humana, septicemia, virus del herpes simple, Hepatitis B o C, absceso mamario o tuberculosis activa; cuando la madre se encuentra bajo consumo de medicamentos psicoterapéuticos, antiepilépticos, opioides o bajo el abuso de sustancias psicoactivas, en cuyo caso un pediatra o médico familiar valorará el tipo de fórmula infantil adecuado para cada condición u su tiempo de consumo.
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