Latinoamérica teme una nueva oleada migratoria de venezolanos. Durante la última década, 7.5 millones de personas abandonaron el país caribeño, según la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
José Vásquez, un residente de Táchira, Venezuela, expresó su frustración tras la reelección del presidente Nicolás Maduro, denunciada como fraudulenta por la oposición. “No se ve la luz al final del túnel. Me voy”, afirmó con desánimo Vásquez, quien, a pesar de estudiar Educación, trabaja como vendedor debido a los bajos salarios de los profesores.
San Cristóbal, la capital de Táchira, estado al oeste del país, lucía desierta tras la votación por temor a disturbios. “Hay zozobra, incertidumbre”, señaló Vásquez, quien recordó las violentas protestas de 2014, 2017 y 2019.
La encuestadora ORC Consultores proyectó que el 18% de los venezolanos podría migrar en los próximos seis meses si Maduro continuaba en el poder, lo que representaría 5.4 millones de personas sobre una población de 30 millones.
Vásquez, de 31 años, planea unirse a sus familiares en España. “Estoy triste, cansado, aburrido. Fue un robo descarado”, lamentó
En lo que va de este año, alrededor de 200 mil migrantes atravesaron el Darién, dos tercios de ellos venezolanos. Este tema es central en la campaña presidencial de Estados Unidos, especialmente para Donald Trump, quien busca regresar a la Casa Blanca con un discurso antiinmigrante más fuerte.
Por otro lado, el Observatorio de Investigaciones Sociales en la Frontera (ODISEF) en Táchira, alertó sobre la vulnerabilidad de los migrantes ante redes de tráfico humano y organizaciones criminales. Naciones Unidas estima que los cinco países de Latinoamérica con mayor número de migrantes venezolanos son Colombia, Perú, Brasil, Chile y Ecuador.
El Servicio Nacional de Fronteras de Panamá anunció que las medidas de seguridad serán reforzadas en la zona. En ese sentido, la vicepresidenta de Chile, Carolina Tohá, manifestó preocupación por la posible intensificación de la ola migratoria. “La ola migratoria no se ha detenido en ningún minuto”, afirmó. Perú, por su parte, ha reforzado sus controles migratorios. “No podemos acoger (a migrantes) en las magnitudes del anterior éxodo”, advirtió el canciller peruano, Javier González-Olaechea.