Los espacios que él mismo creó albergan, por primera vez, su trabajo como creador.
Francisco Toledo era algo más que un pintor”, comentó su hija Sara López Ellitsgaard, quien retomó con intensidad los proyectos de su padre.
Ver a Toledo reúne bocetos, dibujos, materiales que usaba de manera espontánea y repetitiva, en algunos casos, el maestro.
Sara mencionó que son muchas piezas las que se exponen del maestro Toledo “en el IAGO son más de 100 bocetos, en el Centro de las Artes son más de 700 obras y en el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo, son más de 50 fotografías las que se muestran de
diversos fotógrafos, fotógrafas, colaboradores y personas que tuvieron la oportunidad de retratar al pintor oaxaqueño”.
Señaló que como familiar es muy satisfactorio que las personas recuerden al maestro Francisco Toledo como parte de Oaxaca y que jóvenes asistan a presenciar su obra.
La idea de presentarlas surgió como una forma de conmemorar su cumpleaños número 84, y presentar esa parte que no era tan conocida por la gente.
La sencillez en la vida del maestro se refleja también en su proceso creativo, pues bastaba con que fuera papel, un recibo telefónico o de luz, para que recibiera los trazos.
Sus dibujos, sus sueños plasmados en distintos materiales, “algunos están hechos a lápiz, a plumón o el material que tenía a la mano”, contó su hija.
También destacó que las exposiciones del oaxaqueño estarán en el Centro Fotográfico hasta el mes de septiembre, en el IAGO hasta diciembre y en el Centro de las Artes hasta febrero de 2025.