En medio del tiempo político determinante para consolidar la figura de la vicepresidenta Kamala Harris como candidata demócrata, la Casa Blanca del presidente Joseph Biden sorprendió el miércoles con una declaración formal de relanzamiento de la estrategia de lucha contra el fentanilo como eje de la campaña presidencial contra el republicano Donald Trump.

Dos puntos sensibles tienen que ver con esa iniciativa: proviene de directrices fijadas en 2020 y que durante cuatro años durmieron en los archivos de la Casa Blanca; y el objetivo central es atacar, priorizar y dinamizar el tema del fentanilo en la “interrupción estratégica de la cadena de suministro”, es decir, en la producción y contrabando desde México.

El contexto es bastante obvio: la centralización de la política antidrogas de Biden en el arresto y envío a Estados Unidos de jefes de los cárteles del narco mexicano, aunque sin ningún efecto en la producción y contrabando de drogas; y el hecho de que el candidato republicano Trump está concentrando parte de su campaña en atacar a México como el país sede de los cárteles que producen y contrabandean fentanilo.

La estrategia de la Casa Blanca no es nueva ni será efectiva. Ya tienen en sus cárceles a dos de los grandes jefes del Cártel de Sinaloa que produce y contrabandea fentanilo a EU, El Chapo y su hijo Ovidio Guzmán,pero la droga sigue llegando de manera creciente a territorio americano.

Sin embargo, el tema central del fentanilo está en el consumo. Mientras existan millones de adictos estadounidenses que requieran de la droga y el gobierno americano no combata el consumo, todo tipo de drogas seguirá llegando a Estados Unidos para satisfacer esas necesidades.

Estados Unidos asume el consumo de drogas como un derecho individual y el Estado sólo debe cuidar la sanidad de las jeringas y la atención a los adictos dependientes.

Mientras no haya una estrategia contra el consumo, Estados Unidos seguirá siendo un paraíso para los narcos.

Zona Zero

No debe dejarse de lado el hecho de que el relanzamiento de la estrategia antidrogas de Biden-Harris se encuentra en el contexto de la campaña presidencial en Estados Unidos y manda el mensaje a México de que el tema de la droga mexicana será prioridad para Estados Unidos. Trump amenaza con mandar marines y lanzar misiles y Harris aumentará el intervencionismo operativo y extrajudicial territorial contra México.

 

(*) Centro de Estudios Económicos, Políticos y de Seguridad.

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