Para impulsar la economía es fundamental la existencia de los órganos autónomos, ya que son los vigilantes y los encargados de instrumentar las políticas necesarias que aseguren legalidad a la inversión, aseguró el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
Contar con los órganos autónomos no beneficia a la inversión sino a toda la población puesto que facilita un entorno de más empleo formal y mejor remunerado, mayor seguridad pública, un eficiente sistema de salud y educación, así como de menor corrupción y mayor transparencia, entre otros factores de importancia.
El ente del sector privado destacó que la posición del gobierno es fundamental, toda vez que es el responsable de establecer y vigilar el mejor entorno posible.
Sin embargo, su oposición a los órganos autónomos y antagonismo a la participación en sectores estratégicos por parte del sector privado han complicado seriamente la posibilidad de lograr un ambiente mucho más amigable para la inversión.
La insistencia en desaparecer dependencias como el Inai, la Cofetel, el CRE y el IFT, entre otros, para redirigir sus responsabilidades a las secretarías de estado solo limitará su función a los deseos del gobierno. Comentó que sin duda aumenta la incertidumbre en este entorno y las expectativas de crecimiento se debilitan aún más.
Indicó que es claro que el fortalecimiento de un ambiente de negocios idóneo es responsabilidad del gobierno y para ello se requiere de órganos autónomos e independientes que propicien las mejores condiciones de mercado.
Llevarlos a ser parte del gobierno, dado su actitud permisiva, solo genera incertidumbre y malas prácticas”.