En medio de crecientes temores de una escalada en el conflicto en Oriente Medio, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se reunió con su equipo de seguridad nacional para evaluar la situación tras una serie de eventos que intensificaron las tensiones regionales.
La reunión, realizada en la Oficina Oval después de que Biden regresara de su residencia en Delaware, incluyó a la vicepresidenta Kamala Harris, quien participó en discusiones sobre los recientes acontecimientos en la región, según un comunicado.
El foco de la discusión fue el asesinato del líder del grupo islamista palestino Hamás, Ismail Haniyeh, atribuido a Israel, y la muerte del comandante militar de Hezbolá, Fuad Shukr.
El presidente y el secretario de Estado, Antony Blinken, intensificaron sus esfuerzos para mitigar la crisis. Biden se comunicó previamente con el rey de Jordania, Abdulá II, para discutir posibles medidas para reducir las tensiones.
Blinken, por su parte, contactó al primer ministro de Qatar y al ministro de Exteriores de Egipto, quienes son actores clave en las negociaciones.