EAE Business School reveló que tres de cada cinco turistas toman en cuenta las consecuencias del cambio climático, como olas de calor, sequías y lluvias intensas, al elegir sus destinos vacacionales.
En el informe se registró que el 80 por ciento de los viajeros reconocen que la crisis climática afecta su experiencia al viajar y los lugares que eligen visitar. Mientras que el 20 por ciento no deja que el el cambio climático influya en sus decisiones.
Además, el estudio identificó que cada vez más personas reconocen el aumento de temperatura y de los fenómenos meteorológicos. El 87 por ciento de turistas opina que el clima global manipula la actividad humana, y el 71 ve al turismo como un factor que contribuye a este cambio.
Entre las regiones más vulnerables ante la crisis climática se encuentra el Mediterráneo, que experimenta un aumento de temperatura en un 20 por ciento más rápido que el promedio global, con veranos más largos e intensos.
Asimismo, en España, un destino clave en la región, se pronostica que el calentamiento global reduzca el turismo entre un 10 y un 15 por ciento para finales del siglo XXI, señala Diego Santos, coautor del informe.
A pesar de la conciencia de la población, el estudio resaltó que “la mayoría aún no integra plenamente esta preocupación en la planificación de sus viajes”, debido a que El 61 por ciento de los encuestados considera el impacto ambiental de sus viajes como bajo o nulo, mientras que solo el 39 muestra una alta preocupación.
Más de dos tercios de los viajeros toman en cuenta la sostenibilidad y se muestran interesados en conocer herramientas tener menor impacto ambiental al momento de realizar sus viajes. Entre los aspectos de sostenibilidad más valorados incluyen la promoción de la economía, la gestión del agua, uso de productos locales y ecológicos, protección de la biodiversidad, uso de energías renovables y el empleo de materiales reciclados y reciclables.
Finalmente, el estudio reveló que el 60 por ciento de los turistas estaría dispuesto a pagar más por servicios turísticos que adopten prácticas sostenibles, como la gestión eficiente de residuos y el uso de energías renovables. Sin embargo, solo el 30 por ciento optó por servicios turísticos basándose en su compromiso con la sostenibilidad.