El luchador cubano Mijaín López aseguró un lugar en lo más alto con su quinta medalla de oro consecutiva en la misma prueba individual y con lo que significó su retiro.
El gladiador finalizó su combate de lucha grecorromana, miró a la multitud enardecida, se quitó las zapatillas y las colocó en el centro de la arena.
Esta hazaña es única, pues ningún otro deportista tiene este récord y López lo hizo en la Arena Campo de Marte ante 7 mil personas que corearon su apellido en París, Francia.
Después de Tokyo se tomó una pausa para tomar fuerza y enfrentar estos juegos olímpicos con vigor a un par de semanas de cumplir 42 años. Sin embargo, impuso su experiencia y no dejó opción a su oponente Yasmine Acosta, un viejo conocido, también cubano, que emigró a Chile con el objetivo de salir de la sombra de su mentor.
“La misión está cumplida. Esto es un logro muy importante en mi vida”, declaró el cubano tras declararse ganador.
Pobladores de la zona rural de Herradura, cuna del luchador cubano Mijaín López, se tomaron el martes libre para ver a su hijo más pródigo convertirse en leyenda al lograr en París-2024 la inédita hazaña de conquistar el quinto oro consecutivo en la misma prueba individual.
“¡Qué bárbaro!”, dijo entre lágrimas Leonor Núñez, madre de la superestrella. Rompió en llanto cuando su hijo culminó la gesta, imponiéndose en la final de lucha grecorromana en la categoría de 130 kilos por 6-0 al chileno de origen cubano Yasmani Acosta.
“Ya me lo esperaba porque toda Herradura estaba esperando esa medalla”, dijo luego más calmada Núñez, de 66 años.