Tras casi medio año bajo investigación por una denuncia interna por parte de una trabajadora que se ha mantenido en el anonimato, Red Bull Racing Team confirmó que las acusaciones contra su director, Christian Horner, fueron desestimadas al no admitirse un recurso de apelación por la parte denunciante.
Al señalar que el procedimiento de quejas y la nueva acusación fue llevada por otro abogado independiente, se desestimó tal situación para indicar que todo el proceso ha concluido. “Las conclusiones han sido aceptadas y adoptadas por Red Bull”.
A través del mismo comunicado en el que se señala sobre dicho caso, la escudería austriaca se comprometió a cumplir con los más altos estándares en el lugar de trabajo. El equipo indicó que además de respetar la privacidad de los empleados, no harán mayores declaraciones sobre el caso.
El británico en todo momento negó cualquier conducta indebida con algún miembro del equipo, en un caso que al conocerse públicamente dividió opiniones sobre el equipo.
Con un escándalo menos, el equipo ahora podrá concentrarse en el terreno deportivo en el que aún marchan líderes en el campeonato de construcción, pero con un RB20 que no satisface a Max Verstappen y a Sergio Pérez.