La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) pidió a las autoridades de Nicaragua, darle fin a la “represión generalizada y la persecución religiosa” que se vive en el país.
Mediante un comunicado, la CIDH expresó su preocupación por “la continuación de detenciones arbitrarias y las graves condiciones en las que permanecen quienes están en prisión”.
El organismo destacó el caso de dos colaboradoras de la Iglesia católica y 12 sacerdotes detenidos en agosto. Siete de ellos fueron enviados al Vaticano tras su detención en Managua.
Desde octubre de 2023, alrededor de 200 personas relacionadas con la Iglesia se les expulsó o se les prohibió entrar en Nicaragua, según la CIDH.
El gobierno de Daniel Ortega argumentó que la Iglesia apoyó las manifestaciones contra el gobierno en 2018, las cuales califica como un intento de golpe de Estado promovido por Estados Unidos.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidad (ONU), las protestas provocaron que 300 personas perdieran la vida. Asimismo, la vicepresidenta Rosario Murillo denominó a los líderes religiosos de ser “agentes del mal” y de practicar “terrorismo espiritual”.
Finalmente la CIDH denunció la detención injusta de al menos 141 personas, quienes se encuentran en condiciones insalubres con acceso limitado a agua potable, comida adecuada y atención médica.