Yasmín Esquivel - SCJN

La ministra Yasmín Esquivel Mossa manifestó que la violencia de género trasciende lo evidente, pues provoca en la víctima una huella más allá de lo físico, en profundos daños psicológicos y emocionales.

Durante la discusión de una impugnación presentada por la CNDH, en la que reclama la constitucionalidad de diversos artículos del Código Nacional de Procedimientos Civiles y Familiares y donde el Pleno de la Corte reconoció, entre otras cosas, la validez de una porción normativa que define la violencia vicaria, explicó que esta última se refiere a la estrategia de infligir daño a una mujer utilizando terceras personas, como sus propios hijos e hijas, con el claro propósito de intensificar su sufrimiento, canalizando el daño a través de relaciones afectivas significativas.

La ministra refirió que este tipo de violencia se manifiesta con frecuencia en situaciones de divorcio, donde algunos individuos buscan la custodia o visitas extensas no con un interés genuino hacia los menores, sino como medio para continuar maltratando a la mujer.

“Es crucial señalar que la violencia vicaria no se limita a la violencia de género; sino congrega la violación grave de los derechos humanos de los infantes y adolescentes, convirtiéndolos en víctimas directas de violencia”, finalizó Esquivel.