El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y su homólogo colombiano, Gustavo Petro, intensificaron sus esfuerzos para encontrar una “salida política” a la crisis venezolana generada por las controvertidas elecciones del 28 de julio.
Lula informó sobre una reciente llamada con Petro en la que discutieron posibles soluciones para restaurar la estabilidad democrática en Venezuela. Esta iniciativa se enmarca en una serie de acciones coordinadas entre los gobiernos de Brasil, Colombia y México, los cuales emitieron comunicados conjuntos solicitando la publicación de las actas electorales y una “verificación imparcial” de los resultados.
“Estaba en una llamada con Colombia, intentando ver si encontramos una salida política para el problema de Venezuela, para ver si restablecemos la tranquilidad democrática en aquel país”, dijo Lula al excusarse por llegar atrasado a un acto junto a sus ministros en el Palacio de Planalto en Brasilia.
Por su parte, el canciller brasileño, Mauro Vieira, tiene previsto reunirse hoy en Bogotá con su par colombiano, Luis Gilberto Murillo, para abordar la situación. A pesar de estos esfuerzos diplomáticos, la postura de México parece diferenciarse de la de sus aliados regionales.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, declaró que México no tiene programado un nuevo contacto con los líderes de Brasil y Colombia en relación con la crisis. López Obrador subrayó que su gobierno prefiere esperar la resolución del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela, que actualmente revisa el proceso electoral. “Vamos a esperar a que resuelva el tribunal electoral, porque todavía está en proceso”, comentó.
Esta actitud de México contrasta con la de Brasil y Colombia, cuyos líderes están activamente involucrados en las gestiones diplomáticas y prevén una llamada telefónica con el presidente venezolano, Nicolás Maduro. La presión internacional, incluyendo críticas de Estados Unidos y la Unión Europea, respaldan los esfuerzos de mediación de los tres países latinoamericanos.
Brasil, México y Colombia publicaron desde la elección dos comunicados conjuntos pidiendo que Venezuela divulgue las actas electorales y permita “la verificación imparcial” de los resultados.
En este contexto, el presidente Lula busca apoyo adicional a través de conversaciones con líderes internacionales, como el presidente estadounidense Joe Biden y el presidente francés Emmanuel Macron, para intensificar la presión sobre Maduro en busca de una mayor transparencia en el proceso electoral venezolano.