Reconocimiento. El autor presentará su obra el próximo 31 de agosto en la Plaza Tolsá, que fue realizada con el apoyo del Fideicomiso del Centro Histórico.
Foto: Miguel Martínez Corona | Reconocimiento. El autor presentará su obra el próximo 31 de agosto en la Plaza Tolsá, que fue realizada con el apoyo del Fideicomiso del Centro Histórico.  

El Centro Histórico de la Ciudad de México se ha convertido en un referente cinematográfico con el paso de los años, del período de la Revolución Mexicana hasta la época moderna decenas de filmaciones han utilizado este espacio como un lugar de sus escenarios.

El escritor Ulises Paniagua, en su libro Cine en el Centro, expone en entrevista con 24 HORAS un acercamiento a los espacios icónicos del corazón de la ciudad que han sido llevados a la pantalla, ya sea como un referente geográfico o para reflejar desde lo más profundo la vida y cultura del primer cuadro de la Ciudad de México, pues a través de su labor busca abonar a la recuperación de la historia.

“Es parte fundamental saber de dónde venimos y quiénes somos, y esa memoria, ese imaginario, se construye muchas veces a través de las expresiones de las manifestaciones artísticas (…) a veces aparecen imágenes que nos hacen ver cómo era la ciudad en ese entonces, incluso usos y costumbres”, expresó el escritor en entrevista para 24 HORAS.

Asimismo, refirió que la capital del país se comprende de una capa de ciudades en el aspecto histórico como social, pues existen una serie de matices que van del negro al blanco y se puede recorrer desde los espacios más privilegiados hasta los bajofondos y los lugares clandestinos que existen en los barrios.

Al abordar el tema de los barrios, Paniagua destacó a Tepito y La Lagunilla, sitios que se han vuelto un referente del comercio dentro de la Ciudad de México y a nivel internacional, pero que también permite tener un acercamiento con una vida particular con formas de hablar y códigos culturales establecidos por los propios habitantes y que los dotan de una identidad.

El autor destaca la convergencia de las diferentes edificaciones que también son parte icónica en los filmes, poniendo como ejemplo al Palacio de Bellas Artes, como un símbolo del arte clásico, frente a la Torre Latinoamericana, como muestra de una mirada hacia el futuro.

Recordó cómo la Alameda Central junto con otras plazas han sido utilizadas como espacios recurrentes en la que los novios y amigos se encuentran, por los que pasean o se detienen para tomar un helado, o para situar un referente geográfico.
En el caso de la Plaza Tolsá, abundó, aparece en la película Spectre de James Bond; mientras que la de Santo Domingo, en Hombre en Llamas como un lugar clásico dentro de un imaginario criminal, así como en un filme de Godzilla con un volcán de fondo, aparentemente el Popocatépetl.

En cuanto a la importancia que han significado estos espacios para la cultura de la Ciudad de México y del país, tanto histórica como actualmente, se observa el efecto que causó la película de James Bond.