Aunque puede entenderse que el discurso presidencial contra Estados Unidos en el escenario del caso Mayo Zambada sea una estrategia de contención, en el fondo no es más que una expresión de la falta de un acuerdo binacional para combatir al narcotráfico en México por los productos de las drogas que llegan a EU a satisfacer la demanda de los cientos de miles de adictos que las necesitan.

El presidente López Obrador desarrolló lo que el académico Lorenzo Meyer definió con mucha precisión el tipo de relaciones de un país dependiente como México del elefante que representa a Estados Unidos: el “nacionalismo defensivo”. En 1969, el presidente Nixon doblegó el orgullo del presidente Díaz Ordaz al decretar la Operación Intercepción en la frontera californiana para contener el flujo de mariguana que satisfacía a los adictos de América.

Luego Carlos Salinas y Felipe Calderón entregaron la soberanía mexicana a través de acuerdos que derivaron en la Iniciativa Mérida, subordinando los intereses mexicanos a las exigencias estadounidenses. Las agencias americanas tomaron el control de las políticas antinarcóticos de México.

La estrategia de construcción de la paz que se resume en “abrazos, no balazos” fue una decisión soberana del Gobierno mexicano -acertada o equivocada, pero nacional- frente a la estrategia inaugurada por el constitucionalista Barack Obama de transnacionalizar a los cárteles de la droga para Estados Unidos asumir el derecho arbitrario de colocar sus intereses sobre la soberanía mexicana.

El caso Mayo tiene el antecedente del Cienfuegos, cuando la DEA arrestó en 2020, al entonces secretario de la Defensa Nacional y exjefe del Ejército por denuncias anónimas de un cártel desconocido. El presidente López Obrador reformó la ley de seguridad nacional para meter en cintura a la DEA.

El caso Mayo es un asunto de seguridad nacional y de soberanía de México.

 

Zona Zero

  • En el interregno entre un gobierno que terminaba, el vacío de la toma de posición de la siguiente administración y la definición de una nueva estrategia, la situación de seguridad interior de México ha entrado en una zona de profundización negativa que requiere lo más rápido posible de que la presidenta electa Sheinbaum defina desde ya y tome las riendas del plan gubernamental de seguridad pública. El arresto de El Mayo Zambada está anunciando una nueva fase de la guerra del narcotráfico.

 

(*) Centro de Estudios Económicos, Políticos y de Seguridad.

seguridadydefensamx@gmail.com

www.seguridadydefensa.mx

@carlosramirezh