LLAMADO. Buscadoras quintanarroenses piden a familiares de desaparecidos acudir a la prueba genética para armar el catálogo. 
Foto: 24 Horas Quintana Roo | LLAMADO. Buscadoras quintanarroenses piden a familiares de desaparecidos acudir a la prueba genética para armar el catálogo.   

Un llamado anónimo llevó a las Madres Buscadoras de Sonora a un crematorio clandestino en Nogales, Sonora.

“Podríamos estar respirando a nuestros hijos. El calor se siente a tres metros, lo único vivo es el fuego, el olor a muerte es desolador y la sangre está regada por todos lados. Es el infierno de este país”, denunció la activista Cecilia Flores mediante sus redes sociales.

“Se ve la sangre en las paredes, aquí está la sangre(…) es terriblemente doloroso esto”, se escucha decir en un video publicado en su cuenta de X tras el hallazgo.

Recordó, mientras muestra los restos del crematorio ilegal, que ya en una ocasión llegaron a un crematorio en Guaymas donde se quemaban los cuerpos “y lo más terrible es no poder hacer nada, no podemos hacer nada ante este hallazgo terrible… la magnitud a la que puede llegar la mente humana: desaparecer completamente a las personas, así de esta manera”, lamentó.

 

BUSQUEDA  DE DESAPARECIDOS

 

En Quintana Roo, se reportaron 986 personas desaparecidas y no localizadas en los últimos cinco años, 41 por ciento de los casos en el municipio de Benito Juárez. Ante esta situación, la Comisión de Búsqueda de Personas de Quintana Roo, en colaboración con colectivos de Madres Buscadoras, llevará a cabo la recolección de muestras genéticas para crear un catálogo de las familias de personas no localizadas. 

Este esfuerzo busca comparar las muestras con los restos encontrados por la Fiscalía General del Estado (FGE) para facilitar la identificación.

La iniciativa responde a una solicitud del colectivo Verdad, Memoria y Justicia, y se realizará con personal especializado proveniente de la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas de la Ciudad de México. 

SERÁ CONFIDENCIAL

La toma de muestras será confidencial y estará financiada por la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas, lo que evitará costos para las familias participantes. Se estima que la recolección de éstas comenzará a finales de septiembre, después de las reuniones de coordinación entre la Comisión de Búsqueda y las colectivas.

López Urbina destacó la importancia de la colaboración de los familiares en este proceso.

“Es vital que todos los familiares de personas desaparecidas participen en la toma de muestras genéticas. Esta acción no sólo ayuda a identificar restos, sino que también es un paso fundamental en la búsqueda de justicia y en la reparación del daño para las familias afectadas”, afirmó.