El Festival de Cine de Sarajevo celebra su edición número 30 de ser un evento fílmico pero también un testimonio de la resiliencia y la creatividad del séptimo arte hecho en el sudeste europeo frente a la agitación social y política.
El evento en sí nació de un conflicto, durante el asedio de casi cuatro años de la ciudad por parte de las fuerzas serbobosnias a principios de los años 90, por esta razón cuenta con una sección de películas titulada Afrontando el pasado, que analiza “los numerosos problemas no resueltos que se remontan al conflicto en la exYugoslavia, y desde el principio, el foco se ha puesto en el poder del cine para unir y no dividir.
“El festival proyecta películas serbias de los años posteriores a la guerra, lo que no era una opción popular en ese momento”, dijo el director del festival, Jovan Marjanović, “pero siempre sentimos que era importante construir puentes y debatir, no censurar ni boicotear, sino abrir el diálogo”.
Además, dijo que en las tres décadas que lleva funcionando el Festival de Sarajevo, “ningún político ha pronunciado jamás un discurso desde ese escenario ni lo ha utilizado como trampolín para la política local o internacional . Es algo que nunca hemos hecho y que nunca haremos“.
En cambio, Sarajevo se ha centrado en las películas, evolucionando con éxito hasta convertirse en un centro para cineastas de los Balcanes y los países vecinos.
Pero es poco probable que el Festival de Cine de Sarajevo de 2024 pueda evitar la política por completo.
Recientemente hubo controversias en los festivales de cine de Berlín y Ámsterdam donde las protestas por la guerra en Gaza dominaron los titulares. Marjanović dijo que “llegó a esperar” un cierto grado de polémica. “Es lo que sucede hoy en día, solo tienes que estar preparado, saber cómo comunicarse y mantener tu independencia.
“Si se revisa el programa –que concluirá este 23 de agosto–, es notorio que estamos mostrando un cine que se esfuerza por lograr una comprensión más profunda de la condición humana, tanto individual como colectiva. Mucho de eso es político, pero nunca es la política del día a día, la política de las noticias o redes sociales”, finalizó Jovan Marjanović.