Alejado un par de semanas del entorno deportivo con Red Bull y tras finalizar el receso de verano en Fórmula 1, Sergio Pérez afirmó llegar con ánimos diferentes al Gran Premio de Países Bajos de este fin de semana, con la idea de que tal cambio de mentalidad se vea justificado en su rendimiento general en territorio neerlandés.
Al describir sus vacaciones como un proceso importante para renovarse al igual que su equipo de trabajo, Checo indicó que la energía recuperada será suficiente para competir lo que resta del calendario en el Gran Circo.
“Pasé mi tiempo con mi familia y me siento renovado y listo para la segunda mitad de la temporada. Sé que todo mi equipo siente lo mismo. Estuve toda la semana en Milton Keynes con ellos”, apuntó el mexicano urgido de sumar puntos importantes en su clasificación general.
El piloto tapatío aseguró que aún puede extraerle un mayor rendimiento al RB20 en las próximas semanas, más allá de las declaraciones que dio recientemente el director técnico del equipo austríaco, Pierre Wache, que señaló como posible el hecho de que Red Bull ya haya encontrado el techo original del rendimiento de su auto.
Según Wache eso no significaba que el equipo se iba a quedar a la espera de que más escuderías los alcancen en las siguientes diez carreras que restan al campeonato, con la oportunidad de tomar ideas de otros lados para mejorar su diseño original.
“En los últimos años la gente tomó ideas de nosotros, pero lo fundamental es que todos necesitamos que los demás encuentren otras cosas para dar un paso al frente. Creo que eso te da un techo diferente como equipo”, agregó el directivo.