Luego de seis meses privado de su libertad en Catar, sin haber cometido ningún delito, Manuel Guerrero Aviña, ciudadano méxico-británico detenido y encarcelado por su preferencia sexual, volvió a México absuelto.
Durante una breve pero emotiva conferencia de prensa, Manuel dio lectura a una carta donde narró escuetamente su experiencia, pero ahondó en agradecimientos para quienes, desde diversas trincheras, lo acompañaron.
Acompañaron a Manuel en este acto Edith Olivares Ferreto, directora de Amnistía Internacional en México; Enrique Guerrero Aviña, su hermano y representante del Centro Xuma; y Paola Ramos Moreno, también del mismo centro.
“Mi arresto no define quién soy, pero sí reforzó mi convicción de que debemos seguir luchando por un mundo donde todos, sin importar nuestra orientación sexual o estado de salud, podamos vivir con dignidad”, dijo Guerrero.
El arresto no solo fue “una violación de los derechos humanos, sino una mancha en la conciencia global”, añadió, en referencia a que fue privado de su tratamiento contra el VIH.
Durante su intervención, Guerrero también resaltó el respaldo que recibió de las autoridades consulares, especialmente de la Embajada de México en Catar. Aunque el apoyo inicial fue lento, manifestó que, con el tiempo, la embajada mostró un compromiso decidido con su proceso y bienestar, acompañándolo hasta su liberación.
Manuel también agradeció a Amnistía Internacional México, que, según sus declaraciones, cubrió los gastos de su defensa legal. Asimismo, extendió su gratitud a la comunidad LGBTTIQ+ y a los medios de comunicación, subrayando su papel crucial en la consecución de su libertad.
“Te sientes tan mal y al momento de empezar a recibir cartas de mucha gente, de muchos de ustedes y de gente también que ni conocía con mensajes de apoyo; creo que eso fue lo más bonito”.
Guerrero comentó a Diario 24 Horas un mensaje especial para la comunidad LGBTTIQ+: “Saber que no estás solo y que podemos lograrlo juntos es el mensaje que quiero transmitir. Para quienes se sientan solos en circunstancias similares, quiero que sepan que hay una comunidad dispuesta a luchar”.
Tras su liberación, Manuel Guerrero busca pasar tiempo de calidad con su familia y amigos en México y sanar los daños físicos y psicológicos que le dejó su reclusión en Catar, para posteriormente retomar sus actividades profesionales.