El costo de las boletas para la elección judicial alcanzaría los 904.7 millones de pesos, una cifra superior a la invertida en las elecciones federales del pasado 2 de junio.
Dicha cifra equivale a becar a 98 mil 339 niños de educación básica durante todo el ciclo escolar 2024-2025. Bajo las reglas de las becas Benito Juárez, se otorgan 920 pesos cada 30 días a los estudiantes durante los 10 meses que dura el ciclo escolar.
De acuerdo con una solicitud de información de 24 HORAS al Instituto Nacional Electoral (INE), cada boleta utilizada en el pasado proceso electoral tuvo un costo de 1.85 pesos.
De aprobarse la reforma judicial, como está el proyecto de dictamen, la elección de jueces, ministros y magistrados se llevaría a cabo el 1 de junio de 2025 y cada elector recibiría cinco boletas.
El desglose indica que los ciudadanos tendrán papeletas para elegir ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), magistrados de la Sala Superior y de las salas regionales del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), integrantes del Tribunal de Disciplina, así como la mitad de jueces de distrito y magistrados de circuito de cada entidad.
En comparación con la elección federal pasada, los electores recibieron boletas para la Presidencia de la República, el Senado y la Cámara de Diputados.
La Lista Nominal actual tiene 97.8 millones de ciudadanos, por lo que el total de boletas a utilizar sería de un mínimo de 489 millones para los comicios de juzgadores.
En comparación, en la elección pasada de Presidencia, 500 diputados y 128 senadores, así como algunas elecciones locales, Talleres Gráficos imprimió 400 millones de boletas por un costo de 1.85 pesos por cada una, con impuestos incluidos, por lo que la elección judicial sería más grande y costosa.
Al respecto, la organización Laboratorio Electoral hizo un análisis de riesgos sobre ese tipo de votación, en la que los ciudadanos tendrían que poner con su puño y letra los nombres de sus 31 candidatos.
Entre los riesgos está un alto número de conflicto poselectoral tan solo por el motivo de dudas en la legibilidad de los nombres escritos por los ciudadanos o en el caso de que sus candidatos que elijan tengan nombres similares y se genere confusión.
A los 904 millones de pesos invertidos en boletas, se le tendría que sumar la inversión en instalación de casillas, compra de materiales electorales y pago de supervisores y capacitadores electorales, que en la pasada elección fueron 50 mil contrataciones eventuales.
La última cifra global es que la organización de la pasada elección federal costó 10 mil millones de pesos, con menos boletas de las que se pretende entregar a los electores en los comicios judiciales.