Antes de culminar la II Legislatura en el Congreso de la Ciudad de México, sus integrantes aprobaron por unanimidad la reforma presentada por el jefe de Gobierno, Martí Batres, en materia de vivienda que tiene como eje principal el tope de rentas en la capital.
El diputado de Morena, Octavio Rivero, fue el encargado de posicionar la iniciativa y refirió que era de gran calado que se dictaminaron en esta legislatura porque señala que una renta nunca podrá ser mayor a la inflación.
“Un pago de renta tan elevada significa relegar el acceso a otros derechos”, expresó Rivero y enfatizó que una vivienda digna no se trata de un privilegio, sino un derecho social, y manifestó que ayudará que sectores vulnerables no sean desplazados por sus arrendadores.
La iniciativa forma parte de una serie de medidas en busca de resarcir los estragos de la gentrificación que ha tenido lugar en la capital. Una de las consecuencias más palpables ha sido el aumento desmedido del costo de alquiler en algunas viviendas, situación que se pretende regular con la aprobación de la reforma en el Congreso.
Al razonar su voto, diputadas y diputados coincidieron en que la iniciativa permitirá el acceso a bienestar social al hacer asequible el pago de renta de una vivienda sin enfrentar abusos.
Sin embargo, la congresista del PAN Gabriela Salido, reconoció que la iniciativa visibiliza sólo el problema de las rentas, pero también expone que al Gobierno le quedó grande resolver de manera concreta las necesidades de la población.
“Es una nota, pero no una solución, es un paliativo”, expresó Salido al señalar que se da atención a ciertos grupos vulnerables y sectores de la población, pero no a todos.
La también presidenta de la Mesa Directiva, agregó que no se están clarificando los criterios para que el mismo Gobierno pueda entregar vivienda en renta.
La reforma fue sometida a votación, quedando aprobada por el pleno con 57 votos a favor, cero en contra y cero abstenciones.