El presidente Emmanuel Macron negó este lunes que la detención del fundador del servicio de mensajería cifrada Telegram, Pavel Durov, sea “política”, cuando el magnate de origen ruso continúa bajo custodia policial desde su arresto el sábado en Francia.
La detención de Durov tras llegar en avión a última hora del sábado al aeropuerto de Le Bourget, a las afueras de París, ha suscitado numerosos interrogantes sobre el momento y las circunstancias de su detención.
Fuentes cercanas al caso han declarado que el multimillonario de 39 años es sospechoso de no tomar acciones para impedir el uso con fines criminales de la plataforma Telegram, que cuenta con más de 900 millones de usuarios.
Durov, nacido en 1984 en el seno de una familia de académicos durante la época soviética en la actual San Petersburgo, pasó su infancia en Italia, antes de crear la mayor red social rusa VKontakte (VK) y, posteriormente, Telegram.
En un mensaje en la red social X, Macron criticó la “información falsa” sobre el papel de Francia en la detención de Durov, que abandonó Rusia hace una década, y dijo que esta “tuvo lugar en el marco de una investigación judicial en curso”.
“No es una decisión política. Corresponde a los jueces pronunciarse”, escribió el jefe de Estado francés, en un mensaje muy poco habitual en las redes sociales sobre un caso judicial en curso.
“Nada que esconder”
El juez de instrucción encargado de la investigación prolongó el domingo por la noche la detención preventiva, que puede durar hasta 96 horas como máximo, según otra fuente cercana al caso.
Cuando finalice esta fase, el juez podrá decidir si libera a Durov –cuya fortuna la revista Forbes estima en 15.500 millones de dólares– o presenta cargos y decreta prisión preventiva.
El magnate, afincado en Dubái en los últimos años y con pasaporte también francés, llegó a París procedente de Bakú y tenía previsto cenar en la capital francesa, según fuentes cercanas al caso.
El presidente ruso, Vladimir Putin, también estuvo en la capital de Azerbaiyán los días 18 y 19 de agosto, pero el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, negó que ambos se hubieran reunido.
La agencia francesa de prevención de la violencia contra los menores, OFMIN, había emitido una orden de arresto contra Durov en el marco de una investigación sobre varios delitos, incluyendo fraude, tráfico de drogas, acoso cibernético, crimen organizado y promoción de terrorismo, según otra fuente.
Durov está en el punto de mira judicial por no haber tomado medidas para frenar el uso delictivo de su plataforma. Pero Telegram respondió que “no tiene nada que esconder y viaja frecuentemente a Europa”.
“Telegram cumple las leyes de la Unión Europea, incluida la Ley de Servicios Digitales (…) Es absurdo afirmar que una plataforma o su propietario son responsables de los abusos”, indicó la compañía.
Telegram se posicionó como una alternativa a las plataformas de mensajería estadounidenses, criticadas por su explotación comercial de los datos personales de los usuarios.
La mensajería también desempeña un papel clave en la guerra en Ucrania tras la invasión Rusia y es utilizada activamente por políticos y observadores de ambos bandos.
Pero sus detractores la acusan de albergar contenidos a menudo ilegales, desde imágenes sexuales extremas a desinformación, pasando por servicios de compra de drogas.
Peskov dijo que Moscú no había recibido información de Francia sobre por qué lo retenía.
Elon Musk, jefe de X, publicó la palabra clave #FreePavel en su red social y el comentario en francés: “¡Libertad! ¡Libertad! ¿Libertad?”.
Macron aseguró que su país “está apegado a la libertad de expresión y de comunicación” y que corresponde a la justicia “cumplir la ley, con total independencia”.