Con el aumento de la esperanza de vida y el envejecimiento de la población, garantizar a las personas adultas mayores una manera digna de vivir, autónoma y emocionalmente satisfactoria es el desafío de gobiernos y de la ciudadanía.

La independencia económica es fundamental. Sin ingresos suficientes, ellas y ellos pueden enfrentar pobreza, exclusión social y dependencia de familiares.

Este es un tema ya no del futuro, sino del presente. El envejecimiento de la población es una de las transformaciones sociales más significativas del siglo XXI, con impacto en prácticamente todos los sectores: el mercado laboral y financiero, la demanda de bienes y servicios —vivienda, transporte o protección social— y la estructura familiar.

De acuerdo con Naciones Unidas, hasta 2022 Japón tenía la población más envejecida del mundo, con 29.94 por ciento, seguida de Italia, Finlandia, Puerto Rico, Portugal y Grecia, con proporciones de entre 23 y 22 por ciento. En México, el 12 por ciento tiene más de 60 años.

En este contexto, las políticas sociales son cruciales y su efectividad depende de factores como la capacidad económica del Estado, la voluntad política y la cultura de respeto y cuidado hacia las personas adultas mayores.

El Día de las y los Abuelos, también llamado Día Nacional de las Personas Adultas Mayores —a conmemorarse este 28 de agosto— nos permite reflexionar sobre las oportunidades de fortalecer la independencia económica y emocional de quienes en algún momento de la vida han procurado bienestar para otras y otros.

Aún frente a la resistencia del conservadurismo es necesario reivindicar el Estado de Bienestar como un sistema de gobierno garante de acceso a servicios básicos y enfocado en favorecer la independencia durante la vejez.

Este sexenio, el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha invertido 1 billón 440 mil 109 millones de pesos en la Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores, una cifra histórica para 11 millones 841 mil 561 beneficiarios mayores de 65 años. A partir del próximo año, Claudia Sheinbaum, la presidenta electa, y Clara Brugada, quien sustituirá a Martí Batres en el Gobierno de la Ciudad de México, proyectan ampliar el programa a hombres y mujeres de 60 años.

La independencia económica es tan importante como la fortaleza emocional de un sector de la población vulnerable ante el abandono y maltrato, situaciones que representan hasta el 80 por ciento de las problemáticas reportadas a la Línea Plateada o Chat de Confianza —55 5533 5533— del Consejo Ciudadano de la capital nacional.

Las proyecciones del Consejo Nacional de Población indican que para 2050, el porcentaje de personas adultas mayores se duplicará: representará entonces 23 por ciento.

El reto es impulsar una vejez con dignidad.

 

     @guerrerochipres