El primer ministro británico,y el canciller alemán, Olaf Scholz, han sentado las bases para un nuevo e importante tratado bilateral entre el Reino Unido y Alemania, destinado a reestructurar las relaciones tras el Brexit. En una reunión celebrada el miércoles en Berlín, los líderes discutieron los planes para un acuerdo que esperan finalizar a principios del próximo año, centrándose en áreas como comercio, defensa, seguridad y migración.
Starmer, que asumió el cargo el mes pasado tras la aplastante victoria electoral del Partido Laborista, ha hecho de la reparación de las relaciones del Reino Unido con sus vecinos europeos una prioridad de su gobierno. Durante la conferencia de prensa conjunta, en la que sería su quinta reunión desde que Starmer llegó al número 10 de la calle Downing a inicios de julio, el británico enfatizó que el nuevo tratado representa una “oportunidad única en una generación” para fortalecer los lazos económicos y políticos con Alemania, el segundo socio comercial más importante del Reino Unido. “Queremos agarrar esta mano extendida”, respondió Scholz, expresando el entusiasmo alemán por profundizar las relaciones con Londres.
A pesar de las conversaciones sobre un “reinicio” con Europa, Starmer descartó revertir el Brexit o volver a ingresar al mercado único o la unión aduanera de la UE. En cambio, habló de forjar una relación más estrecha en múltiples frentes, incluidos la economía, la defensa y los intercambios culturales. Starmer no descartó la posibilidad de algún tipo de programa de intercambio de jóvenes, pero enfatizó que no había planes para implementar un plan de movilidad juvenil que otorgaría derechos de residencia a largo plazo para los jóvenes europeos en el Reino Unido.
La migración sigue siendo un problema crítico. Ambos líderes discutieron el desarrollo de un plan conjunto para abordar la migración ilegal, en particular en lo que respecta a la interceptación de pequeñas embarcaciones que cruzan desde el norte de Francia. Scholz, que enfrenta la presión interna después de un ataque mortal en Solingen, perpetrado presuntamente por un refugiado sirio, enfatizó la necesidad de controles fronterizos más estrictos para gestionar la migración irregular sin desafiar la legislación de la UE.
A finales de esta semana, Starmer se reunirá con Emmanuel Macron en París, en un claro esfuerzo para fortalecer los lazos con las principales potencias de la UE, ya que es su cuarta reunión con el mandatario galo en dos meses.