¿Qué tan madura será la sociedad mexicana para responder a las decisiones totalitarias del partido en el poder?

 

La pregunta viene al caso por la convocatoria que lanzó ayer Guadalupe Acosta Naranjo, uno de los actores más visibles en el Frente Cívico Nacional (FCN), para convertirlo en el Frente Nacional de Resistencia.

 

Parece que el exlíder perredista se ha resignado a que la oposición en el Congreso tenga un papel sólo testimonial y por eso convoca a la sociedad a protestar en contra de leyes, reglamentos y decisiones que atenten contra la democracia y el Estado de derecho, como los conocemos.

 

Acosta Naranjo convocó a una marcha el próximo 8 de septiembre, que partirá del Ángel de la Independencia al Senado de la República.

 

Pero Acosta Naranjo fue más lejos: pidió a la ciudadanía estar atenta y tomar las instalaciones del Senado y de la Cámara de Diputados, en caso de madruguetes legislativos, incluso, si es necesario, impedir que Sheinbaum rinda protesta como presidenta en San Lázaro.

 

La sociedad a la calle, sin duda una convocatoria con riesgo.

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Facilito le callaron la boca a Gerardo Fernández Noroña asignándole un puesto de relumbrón: la Presidencia de la Mesa Directiva de la Cámara de Senadores.

 

Con ello se ganó el derecho a estar en los presidiums de los actos oficiales, junto a la presidenta Claudia Sheinbaum, a recibir a parlamentarios de otros países y quizá a uno que otro viaje al extranjero en representación del Poder Legislativo.

 

Pero el que llevará las riendas del Senado en materia administrativa, en la negociación política y en el reparto de comisiones será Adán Augusto López.

 

Fernández Noroña presidirá las sesiones, y eso le dará alguna visibilidad mediática, pero solo eso.

 

Muy poco premio para tanta zalamería.

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López Obrador sigue imponiendo a Claudia Sheinbaum condiciones y decisiones que corresponderían tomar solo a ella.

 

Ayer, López Obrador informó que la futura Presidenta “había aceptado’’ continuar con el esquema de estímulos fiscales para la frontera norte, que vencía el día último de septiembre.

 

Según el Presidente, Sheinbaum aceptó que él firmara el decreto, el último minuto del último día de septiembre, para mantener los estímulos que consisten en una reducción del 50% al IVA y otro 50% de descuento al ISR más la homologación de los precios de las gasolinas con los de las ciudades estadounidenses vecinas.

 

Eso sí, le dejó a la Presidenta decidir el monto del incremento salarial para la frontera norte, que se decidirá en septiembre.

 

Obviamente, Sheinbaum dirá que está de acuerdo con ese plan, que en términos prácticos representa menos dinero para la hacienda nacional, justo cuando más dinero necesitará la nueva administración para cumplir tooodasss las promesas de campaña y sostener los programas sociales que heredará.

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A los senadores Araceli Saucedo y José Sabino Herrera, de Michoacán y Tabasco, respectivamente, bien se puede aplicar aquella frase de Groucho Marx: “Estos son mis principios y si no les gustan, aquí tengo estos otros’’.

 

Ambos personajes, desconocidos en la política nacional, traicionaron sus lemas de campaña en la que criticaban el “chapulineo’’ y a Morena, para dar el paso a las filas del partido presidencial.

 

Eso sí, cuando se les preguntó sobre las razones de su decisión, cantinflearon tanto que nomás les faltó decir “ahí está el detalle, chatos’’.

 

Como sea, ambos legisladores de principios y convicciones gelatinosas, sumaron a Morena dos de los tres votos que le faltaban para tener la mayoría calificada en el Senado.

 

     @adriantrejo