En la política estadounidense, el apoyo de celebridades no es un fenómeno nuevo, pero la reciente aparición del expresidente Donald Trump junto al reguetonero puertorriqueño Anuel AA en un mitin en Johnstown, Pensilvania, puso de manifiesto una estrategia emergente: atraer a votantes latinos, en particular a la creciente comunidad puertorriqueña en estados clave como Pensilvania.
Anuel AA se unió a Trump y luego lo respaldó durante el mitin, instando a los puertorriqueños a “mantenerse unidos” y a “votar por Trump”. Aunque la multitud presente no estaba familiarizada con la estrella, la campaña de Trump parece confiar en que la influencia del artista resonará entre los votantes latinos.
Pensilvania alberga la tercera comunidad más grande de la diáspora puertorriqueña en EU, con alrededor de 500 mil puertorriqueños, muchos de los cuales se trasladaron al estado tras el devastador huracán María en 2017.
La importancia del voto puertorriqueño y, en general, del voto latino no pasó desapercibida para los estrategas políticos. En 2020, el apoyo latino fue fundamental para la victoria de Joe Biden en Pensilvania, con más del 60% de los votantes latinos a nivel nacional optando por él sobre Trump. Reconociendo este potencial, ambas campañas ajustan sus estrategias para ganar terreno entre los votantes.
La campaña republicana, por ejemplo, abrió una oficina de “Latinos for Trump” en Pensilvania, e invitó al exgobernador de Puerto Rico, Luis Fortuño, a hablar en su inauguración. Por otro lado, la entonces vicepresidenta Kamala Harris realizó un viaje a Puerto Rico, subrayando los esfuerzos de su administración para invertir en infraestructura en la isla.