CASO. Apenas en julio pasado, nueve menores chiapanecos fueron rescatados en Oaxaca de una red de trata de personas.
Foto: Especial | CASO. Apenas en julio pasado, nueve menores chiapanecos fueron rescatados en Oaxaca de una red de trata de personas.  

Las detenciones de presuntos integrantes del crimen organizado reviven un problema que afecta a los menores de edad en el país: el reclutamiento y la utilización forzada de niños y adolescentes, como mendicidad o venta de productos en la calle.

En Sonora, el pasado 11 de agosto, durante un operativo de la Guardia Nacional y la Secretaría de la Defensa (Sedena), en el municipio de Atil, fueron detenidos tres menores de entre 11 y 13 años por presuntamente formar parte de un grupo del crimen organizado.

Esta captura se suma a otra ocurrida el 7 del mismo mes en un inmueble en el municipio de Santa Ana, donde 19 personas fueron aseguradas, entre ellas cuatro menores de edad.

ENTIDADES DONDE MÁS ENLISTAN

Los estados en donde más se han detectado casos de reclutamiento y utilización forzada de menores por parte del crimen organizado son Estado de México, Jalisco, Chiapas, Puebla, Guanajuato, Veracruz, y Michoacán, de acuerdo con Tania Ramírez Hernández, directora ejecutiva de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), aunque precisó que ni la organización que dirige, ni las autoridades tienen datos oficiales.

En dichas alcaldías hay una fuerte presencia de bandas delincuenciales, que es uno de los indicadores que tomó en cuenta la Redim para elaborar un informe en el que calcularon que podría haber entre 145 mil y 250 mil niños y adolescentes en riesgo de ser enganchados por estos grupos.

Explicó que con los testimonios que han recabado, los menores podrían ser enlistados a la fuerza a partir de los diez u 11 años, pero los adolescentes son los principales blancos, pues tienen una mayor fuerza y productividad para realizar actividades delictivas.

Destacó que además del reclutamiento existe la utilización obligada; es decir, usan a niños más pequeños para realizar “halconeo” o la supervisión del territorio, labores que “se pueden hacer sin la necesidad de tener algún desarrollo físico mayor”, explicó.

Ramírez Hernández detalló que en realidad no existe un reclutamiento voluntario a las redes del crimen organizado, pues siempre hay un trasfondo, indicó que los que se inmiscuyen en este ámbito siempre lo hacen por una razón, ya sea por necesidad económica o por supervivencia.

“Hay condiciones, circunstancias y eventos en la vida de las chicas y los chicos que los orillan a tomar estas decisiones (integrarse al crimen), pero a menudo también son orillados ante historias tan duras”, pues recordó el caso de una joven que se “enlistó” para vengarse de los asesinos de su madre, quien no tuvo justicia de parte de las autoridades.

ECHA LA CULPA A PADRES

Respecto a la detención del 11 de agosto en el municipio de Atil, el delegado de la Fiscalía General de la República en Sonora, Francisco Sergio Méndez, responsabilizó a los padres de que los menores se unan al crimen organizado; al respecto, Tania Ramírez Hernández discrepó con éste, pues aseguró que “está toda la evidencia para poder sustentar que es erróneo pensar que es una cuestión que se limita a los hogares y a la responsabilidad familiar”.

 

HISTORIAS

 

HISTORIAS DE LA TRAGEDIA 

 

Dos niños y siete adolescentes originarios de Chiapas, fueron rescatados el 17 de julio pasado en Oaxaca, donde vivían en condiciones insalubres, de hacinamiento y eran forzados a vender dulces, cigarros y artesanías de 16:00 a 12:30 horas, sin ningún pago.

En Oaxaca, hay al menos un millón de niños explotados, según el Sistema Local Protección Integral de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes. 

La Procuraduría de Protección de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes explicó que hay más casos, particularmente de niños de origen oaxaqueño. 

 

A los siete años “Damián” fue vendido por su madre en Tamaulipas y, un año después, ya era parte de la delincuencia organizada en el Cártel de los Zetas. A los 14 años fue detenido, cuando ya había participado en delitos como venta de drogas, secuestros y robos.

Este joven forma parte de los miles de menores que en los últimos años han sido reclutados por el crimen y los cuales sufren de carencias afectivas en sus familias, así como marginación social y pocas oportunidades laborales para los padres y para ellos, de acuerdo con el Redim. / 24 Horas