La principal central sindical de Israel, Histadrut, convocó a una huelga general tras lconfirmación de que seis rehenes hallados en la Franja de Gaza fueron asesinados. La noticia, divulgada ayer, intensificó las protestas en Tel Aviv y otras ciudades, donde decenas de miles de personas exigieron una solución para la liberación de los secuestrados.
Los restos de los rehenes fueron descubiertos el sábado en un túnel subterráneo en Rafah, al sur de Gaza, según informó el ejército israelí. La autopsia reveló que las víctimas murieron por impactos de bala a corta distancia, entre el jueves y el viernes. Este hallazgo elevó la presión sobre el primer ministro Benjamin Netanyahu, quien enfrenta un creciente descontento público.
Los manifestantes, que se dirigieron al edificio del gabinete en Jerusalén, exigieron respuestas con gritos y pancartas que mostraban los rostros de los secuestrados. La central sindical Histadrut, en un intento por forzar al gobierno a actuar, organizó la huelga, que incluye la paralización de los vuelos en el aeropuerto de Ben Gurion.
Además del gobierno israelí, el líder de la oposición, Yair Lapid, y las familias de los rehenes se unieron al llamado para un paro. El presidente estadounidense, Joe Biden, expresó su devastación por la muerte del israelí-estadounidense Hersh Goldberg-Polin, uno de los rehenes. Biden se mantiene optimista sobre la posibilidad de una tregua, apoyada por las mediaciones de Catar y Egipto.
Por su parte, el presidente francés Emmanuel Macron manifestó su “estupor e indignación” y urgió la liberación de los rehenes restantes, incluidos los ciudadanos franceses Ohad Yahalomi y Ofer Kalderon.
Mientras tanto, en Cisjordania, la violencia continúa. El ejército israelí lanzó una operación en varias ciudades y campamentos de refugiados, con al menos 24 palestinos muertos. En Gaza, a pesar del conflicto, inició una campaña de vacunación contra la polio, facilitada por pausas humanitarias acordadas, aunque Netanyahu aclaró que estas no constituyen un alto al fuego.