Cuando más se necesita, no hay oposición.

 

No al menos partidista y legislativa.

 

Acción Nacional (PAN) se erige en adalid de la resistencia, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) amaga con retirarse del debate y Movimiento Ciudadano (MC) simplemente promete votar contra la reforma judicial.

 

Pero por obra y desgracia de las autoridades electorales, el INE de Guadalupe Taddei y el Trife de Mónica Soto no tienen fuerza para imponerse ni representación para presentar una controversia constitucional.

 

Tampoco disponen de una figura capaz de aglutinar a quienes -universitarios, juristas, jueces, magistrados, ministros y trabajadores del Poder Judicial de la Federación (PJF) y tribunales estatales- para concienciar y movilizar a la población.

 

Todos ellos, como los mexicanos inconformes  y deseosos de democracia de a deveras, están indefensos ante esta modificación judicial y cuantas reformas constitucionales decida el régimen.

 

Este y el venidero.

 

PERDIDA EN EL DESIERTO

 

Aquí cabe un dato.

 

Pasada la elección, y con su apresurado reconocimiento al triunfo de Claudia Sheinbaum, la excandidata presidencial Xóchitl Gálvez ha dejado de ser un referente, aunque convoque a manifestaciones contra el gobierno.

 

Ella está en otra etapa.

 

El súbito ascenso cuando no le abrieron las puertas de Palacio Nacional y Andrés Manuel López Obrador la mencionaba a diario, ella ascendió y lo entendió: era la única capaz de unir a población civil, panistas, priistas y perredistas.

 

Pero todo quedó anulado con la descarada acción del gobierno, la nula operación de los partidos y la falta de estructura electoral propia, pues más del 70 por ciento de las casillas no tuvieron representantes aliancistas.

 

Hoy, aunque convoque, ha perdido arrastre.

 

Y eso la afecta, al grado de evadirse para determinar qué hacer porque no será ni caudillo -eso le queda al líder morenista- e intentar regresar en el futuro.

 

¿Cuándo?

 

Acaso en enero.

 

Por ahora, ante el desánimo personal y político, viene programar un descanso familiar al extranjero y luego regresar a ver el escenario y estudiar algunas alternativas.

 

¿Con quiénes?

 

Está definido: con los partidos de oposición no y eso le deja poco espacio.

 

UNA COPIA DE PRI Y PAN

 

La estrategia es la misma del pasado.

 

Cuando hay amenazas de bloqueos y clausura física de la Cámara de Diputados, es necesario burlar a quienes en este caso se oponen a la reforma judicial ordenada por López Obrador.

 

¿Esconderse de la oposición?

 

No, esos no tienen capacidad de impedir el acceso a los morenistas y sus paleros petistas y verdes.

 

El riesgo real son los estudiantes, cuya movilización crece y pueden tomar decisiones de mayores alcances e inclusive cuestionar con argumentos sólidos las tesis oficialistas.

 

Para no enfrentarse a ello, los coordinados por Ricardo Monreal han sido convocados a presentarse hoy temprano e ingresar a más tardar a las seis de la mañana.

 

Así se aprobará la reforma.

 

Radicales como son, muchos diputados inclusive planean dormir en las instalaciones para no fallarle a su caudillo y pasar lista temprano, pues todos están debidamente supervisados.

 

¿No vimos acaso esto en sexenios pasados, cuando los hoy votos ciegos del lopezobradorismo formaban la disidencia contra la toma de posesión de Felipe Calderón y Enrique Peña.

 

       @urenajose1

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