CRISIS. El autócrata intensificó su estrategia de represión con la reciente orden de captura contra González, acusándolo de varios delitos. Maduro, al calificar al opositor de "cobarde", busca opacar su resistencia y controlar el discurso político, mientras la comunidad internacional condena su autoritarismo.
Foto: AFP | CRISIS. El autócrata intensificó su estrategia de represión con la reciente orden de captura contra González, acusándolo de varios delitos. Maduro, al calificar al opositor de "cobarde", busca opacar su resistencia y controlar el discurso político, mientras la comunidad internacional condena su autoritarismo.  

La reciente orden de captura emitida contra el candidato opositor Edmundo González Urrutia suscitó una ola de rechazo y preocupación a nivel internacional, en medio de acusaciones de fraude y creciente represión por parte del régimen de Nicolás Maduro. 

La disposición, dictada por un tribunal venezolano, generó fuertes reacciones en Estados Unidos, en la Unión Europea y en varias naciones latinoamericanas, que ven en la medida un intento por silenciar a la oposición.

González Urrutia, quien denunció insistentemente que la reelección del autócrata en las elecciones del 28 de julio fue fraudulenta, lleva poco más de un mes en la clandestinidad. La justicia venezolana lo acusa de varios delitos, entre ellos “desobediencia de leyes”, “conspiración”, “usurpación de funciones” y “sabotaje”. 

Hasta el momento, la orden de captura no ha sido ejecutada, según informó su abogado, José Vicente Haro, quien además aclaró que el opositor no solicitó asilo en ninguna embajada, aunque sigue siendo una opción en consideración.

La reacción internacional no se hizo esperar. EU, a través de su portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, calificó la orden de arresto como “otro ejemplo de los esfuerzos del señor Maduro por mantener el poder por la fuerza”.

Por su parte, Matthew Miller, portavoz del Departamento de Estado, indicó que Washington está considerando “una serie de opciones” para demostrar al líder chavista que sus acciones tendrán consecuencias.

En la misma línea, el jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, rechazó “categóricamente” la disposición judicial, mientras que un portavoz de la ONU informó que siguen “con preocupación” los eventos en Venezuela.

Además, un grupo de nueve países latinoamericanos emitió un comunicado conjunto en el que condenaron la orden de captura, calificándola de “persecución política” y un intento por “desconocer la voluntad popular”. Mientras que Brasil y Colombia manifestaron su “profunda preocupación”, advirtiendo que Maduro “dificulta encontrar una solución pacífica”.

El chavista, por su parte, intensificó sus ataques contra González Urrutia, a quien tildó de “cobarde” por mantenerse oculto, sugiriendo que el opositor está planeando su fuga del país. 

En medio de esta crisis, la opositora María Corina Machado agradeció en X el apoyo recibido por parte de la comunidad internacional, reforzando la determinación de la oposición para lograr una transición democrática.