Nicaragua liberó a 135 presos políticos por razones humanitarias. Tras la liberación, Guatemala acogió a los exreclusos gracias a la mediación de Estados Unidos.
Después de que la medida se ejecutó, los exdetenidos llegaron “en un vuelo único” al aeropuerto de La Aurora en ciudad guatemalteca, donde celebraron su libertad con entusiasmo. “Gracias a Dios de estar libre, viva Nicaragua Libre”, declaró Francisco Arteaga, reteñido por criticar al gobierno nicaragüense en redes sociales.
Previamente, la Casa Blanca anunció la liberación, la cual incluía a miembros de la organización evangélica Mountain Gateway, laicos católicos, estudiantes y otros que el régimen de Ortega llamó “amenaza”.
A menos de dos meses de los comicios electorales en el país estadounidense, Jake Sullivan, asesor de Seguridad Nacional de EU, denominó que la liberación “tuvo motivos humanitarios”.
A través de las declaraciones, Eric Jacobstein, del Departamento de Estado estadounidense, subrayó que el régimen nicaragüense “no obtuvo nada” a cambio de la liberación y que fue fruto de presión pública y privada por parte de Washington.
Mientras que Bernardo Arévalo, presidente de Guatemala dio la bienvenida a los liberados en redes sociales.
Además de entrar a Guatemala, los exdetenidos podrán solicitar asilo en EU u otros países a través de la Oficina de Movilidad Segura, una iniciativa de la administración de Joe Biden para facilitar la migración legal.