Un deseo parece esfumarse.

 

Claudia Sheinbaum quiere una toma de posesión en paz, republicana, institucional, para honrar su imagen de ser la candidata más votada en al menos seis sexenios.

 

Pero las condiciones no parecen serle favorables.

 

Movilizaciones sociales, polarización social y política, toma de las instalaciones legislativas -Cámara de Diputados y Senado de la República- contra la reforma judicial…

 

Eso y el operativo legislativo para desaparecer siete órganos autónomos -Inai, Cofece, IFT, Coneval, CRE, Mejoredu y CNH- han creado una efervescencia preocupante.

 

Ni siquiera en 1988, cuando al mando de Manuel Bartlett Díaz la Comisión Federal Electoral (CFE, como la empresa hoy a su cargo) dio el triunfo a Carlos Salinas sobre Cuauhtémoc Cárdenas.

 

En 2006, cuando Fidel Castro pronosticó en Granma el triunfo de Andrés Manuel López Obrador sobre la mafia del poder en México, los comicios se llevaron con relativa calma.

 

Luego vino el plantón de reforma para protestar contra el triunfo de Felipe Calderón.

 

TEMPESTADES DE PALACIO

 

Hoy la inestabilidad tiene otras características.

 

Nuevamente la ha desatado Andrés Manuel López Obrador con su instrucción inflexible de aprobar de urgencia una veintena de reformas, 18 de ellas con impactos en la Constitución.

 

No trascendió siquiera la petición de la presidenta electa, Claudia Shinebaum, quien pidió pausarlas y poner a debate los cambios para alterar al Poder Judicial.

 

López Obrador, su impulsor, dio la contraorden y así demuestra su gran poder en el ocaso de su sexenio y acaso más allá del 30 de septiembre, cuando termina su ejercicio constitucional.

 

Pero ese poder podría mostrarse el 1 de octubre cuando, por ejemplo, haga una gran manifestación de Palacio Nacional a la Cámara de Diputados con decenas de miles de adeptos.

 

Y ya en Palacio Legislativo, agregar un mensaje suyo al de la nueva presidenta, cuyo brazo levantará para exhibir su ascendencia sobre quien ha impulsado hasta la Primera Magistratura.

 

En fin, es un decir.

 

CAÑONAZOS A OPOSICIÓN

 

1.- La lucha oficialismo-oposición está en trance.

 

Los primeros disparan cañonazos de dinero y amenazas, como denunció el dirigente priista Alejandro Moreno, a fin de asegurar la mayoría calificada en el Senado.

 

A su vez, la disidencia arranca compromisos de los 43 senadores de PAN, PRI y MC -dos perredistas traicionaron antes de iniciar la Legislatura- de votar contra la reforma judicial.

 

Pero la pareja gobierno-Morena sacó la apuesta manifestada por Adán Augusto López: les bastan 85 senadores y para eso tienen a los órganos electorales y, esperan, a la Corte.

 

2.- Del fraude matizado por la Función Pública en dos mil 700 millones de pesos, Segalmex ha pasado con Leonel Cota a la calificación de “limpio” en todas sus auditorías.

 

Un paso para la encomienda pendiente de Claudia Sheinbaum.

 

3.- Por las calles nacionales circulan nueve millones de motocicletas Italika, marca distribuida por Elektra de Ricardo Salinas Pliego.

 

Este logro se conmemoró con la apertura de la agencia Elektra Motos en Polanco.

 

Y 4.- La gobernadora Evelyn Salgado está de fiesta porque la encuestadora Demoscopia Digital le acredita 66.7 por ciento de aprobación entre los guerrerenses.

 

     @urenajose1

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